Más controles de alcohol y drogas
- Desde principios de este año, todos los conductores implicados en un accidente de tráfico son sometidos al test de drogas. Hasta entonces, solo se les hacía el de alcohol
01 junio 2015
Del 1 al 7 de junio la Dirección General de Tráfico ha incrementado los controles preventivos de alcohol y drogas entre los conductores, en cualquier carretera y a cualquier hora. Según el Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), conducir bajo los efectos del alcohol/drogas causa el 25% de todas las muertes en carretera en Europa. Por otro lado, la DGT ha constatado que el aumento de los controles preventivos –en 2014 los agentes de la Guardia Civil de Tráfico han realizado 30.000 test de drogas, en los que dieron positivo un 35% de los conductores– , es uno de los factores que está favoreciendo el cambio en los hábitos de los ciudadanos. Así, el porcentaje de positivos en los controles preventivos de alcoholemia ha descendido del 5% en 2001 al 1,7% en 2013.
El 40% fallecieron drogados
Además, los datos de la Memoria sobre víctimas mortales en accidentes de tráfico 2014, elaborada por el Instituto Nacional de Toxicología, indican que el 39% de los conductores y el 40% de los peatones que habían fallecido en accidente de tráfico habían consumido alcohol, drogas o psicofármacos. Destacando, que alrededor del 80% de los que dieron positivo en alcohol en los análisis realizados, presentaban niveles de alcoholemia superiores a 1,2 g/l (tasa máxima permitida 0,5 gr/l). En los positivos en drogas, la sustancia más detectada ha sido la cocaína, y la benzodiacepina, el psicofármaco que más habían consumido.
Los expertos indican que ponerse al volante tras haber ingeriodo alcohol/drogas supone multiplicar el riesgo de sufrir o provocar un accidente. Así, en comparación con un conductor sobrio, con una tasa de alcoholemia de 1,5 g/l, su tasa de incidencia de accidente se estima que es 22 veces mayor. Y también, se incrementa la gravedad de sus consecuencias: con una tasa de alcoholemia de 1,5 g/l, la tasa de incidencia de accidentes de gravedad mortal es, aproximadamente, 200 veces mayor que cuando el conductor no ha ingerido alcohol.
Los efectos en la conducción
El consumo de estas sustancias solas o combinadas producen alteraciones en los individuos (sensación de euforia, alteraciones de la percepción, somnolencia, fatiga, alucinaciones, mareos, visión borrosa, alteración de los colores, agresividad...) que afectan directamente a la conducción y que dar lugar a errores como detenerse en el carril sin causa justificada, no guardar la distancia de seguridad, realizar giros excesivamente amplios, circular por el carril contrario, conducir de forma errática, efectuar adelantamientos antirreglamentarios, velocidad excesiva...
Si quiere conocer las campañas divulgativas que sobre este tema ha realizado la Dirección General de Tráfico, y que en este momento se están emitiendo por la emisoras de radio, pinche en la siguiente imágen:
Las sanciones
La normativa establece que para conductores que den una tasa de entre 0,25 y 050, mg/l, la sanción es de 500 euros y la pérdida de 4 puntos. Cuando se trata de conductores reincidentes, es decir, que ya hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo en alcohol, la sanción es de 1.000 euros y la detracción de 6 puntos. Estas mismas sanciones son aplicadas a los conductores que son denunciados por circular con más de 0,50 mg/l de alcohol en aire espirado.
En el caso de las drogas, la ley prohibe conducir con presencia de drogas en el organismo, quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con finalidad terapéutica. Esta infracción, catalogada como muy grave, está castigada con una sanción de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos. Además de la sanción administrativa, el Código Penal recoge en su capítulo IV los delitos contra la seguridad del tráfico, entre los que se incluye la conducción con exceso de alcohol o bajo la influencia de drogas, cuyas penas van de 3 a 6 meses de prisión, o multas de 6 a 12 meses de trabajos en beneficio de la comunidad, y privación del derecho a conducir de 1 a 4 años.
La negativa a someterse a las pruebas se considera un delito y esta penada con prisión de 6 meses a 1 año y privación del derecho a conducir de 1 a 4 años.
Desde principios de este año, todos los conductores implicados en un accidente de tráfico son sometidos al test de drogas, antes solo se les hacía el de alcohol. Si quiere saber como se realiza un control de drogas pinche aquí.
¿Dudas, preguntas sobre drogas?
Si tiene dudas o preguntas sobre los efectos de las drogas en la conducción, sobre las sanciones que establece la legislación vigente, sobre los controles de drogas... puede participar en el próximo encuentro digital que realizamos el próximo 3 de junio. El subdirector adjunto de Investigación e Intervención de la DGT, Juan Carlos González Luque contestará a todas sus preguntas. Ya puede enviar sus pregunta pinchando aquí.
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Ponerse al volante tras haber ingerido alcohol/drogas supone multiplicar el riesgo de sufrir o provocar un accidente.
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El consumo de alcohol y drogas no solo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino también con una mayor mortalidad.
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El consumo de estas sustancias provoca: reacciones lentas, falsa sensación de seguridad, mareos, visión borrosa, menor concentración, agresividad...
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Ser consecuente y tratar de impedir que otra persona que haya bebido o consumido drogas ilegales coja el vehículo.
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El peatón, al ser el usuario más débil de la vía, necesita también estar en pleno uso de sus facultades físicas y mentales para no correr riesgos.