Campaña de vigilancia de drogas y alcohol
- El alcohol y las otras drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas
22 junio 2018
Coincidiendo con la festividad de San Juan y la proliferación de fiestas por toda la geografía, la Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial en la que se incrementará, durante el sábado y el domingo, los controles preventivos de alcohol y drogas entre los conductores, de modo que cualquier conductor puede ser solicitado para realizar dichas pruebas.
El objetivo de esta medida es reducir la accidentalidad ocasionada por aquellos conductores que circulan por las carreteras tras haber consumido alcohol o cualquier otra sustancia psicotrópica.
Los controles se realizarán a cualquier hora del día y en cualquier carretera, especialmente en vías convencionales y en aquellas en las que el índice de siniestralidad es más elevado.
Además, se pondrá especial énfasis en los colectivos policonsumidores, aquellos conductores que se ponen al volante y que consumen alcohol y/o otras drogas.
Objetivo para este año
Entre los objetivos propuestos por la DGT para este año en materia de alcohol y otras drogas está la de mantener en 5 millones las pruebas de detección de alcohol y efectuar, al menos, 100.000 test de detección de drogas.
Además, la DGT está trabajando con el ámbito de salud para la derivación y seguimiento de los conductores reincidentes con problema de consumo de sustancias psicoactivas, el impulso de la investigación y la innovación, y la mejora en los sistemas de información sobre alcohol y otras drogas tanto a través de la información policial como de la sanitaria y la forense.
Preocupación por la tolerancia
La encuesta de la Fundación Mapfre sobre conducción y drogas en 2016 concluye que la tolerancia al consumir y conducir es muy alta, especialmente en jóvenes. A pesar de considerar las drogas como un factor de riesgo, dos de cada tres conductores jóvenes reconocen haber viajado con un conductor bebido, y uno de cada tres con uno que había consumido porros, en los últimos 6 meses.
Además, el consumo de alcohol ha ido cambiando paulatinamente. Según los expertos se ha pasado de un consumo social a un consumo más compulsivo, como lo demuestra el llamado consumo 'en atracón', un comportamiento que ha crecido desde 2005 y que afecta hasta el 35% de los jóvenes entre 20 y 30 años. Este comportamiento implica un incremento de conductas de riesgo y mayor probabilidad en el desarrollo de dependencia alcohólica.
La droga más consumida en España es el cannabis, sustancia que se percibe como la menos peligrosa para la conducción.
El alcohol multiplica el riesgo de accidente por cinco por encima del límite legal, y por más de 100 cuando se sobrepasa el límite penal (1,2 gramos de alcohol por litro de sangre). Por su parte, las drogas de comercio ilegal multiplican el riesgo entre 2 y 7 veces respecto de los conductores no consumidores.
La eliminación del consumo de alcohol y otras drogas contribuiría a reducir la siniestralidad vial mortal hasta un 50%.
De las estadísticas... a la realidad
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El 25% de las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5gr/l o más de alcohol en sangre, según el Observatorio Europeo de Seguridad Vial (ERSO)
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El Estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores (EDAP) realizado en 2015 por la DGT constata que 12 de cada 100 conductores circulan tras haber ingerido drogas y/o alcohol.
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En 2017, más de 100.000 conductores dieron positivo en los controles de alcohol y otras drogas que los agentes de la ATGC realizaron en vías interurbanas. A estas cifras hay que sumar la de los controles que realizan las distintas policías locales y autonómicas en su ámbito de actuación.
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El alcohol y las otras drogas no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también suponen una mayor mortalidad y lesiones más severas.
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Según la memoria anual del Instituto Nacional de Toxicología, el 43 % de los 589 conductores fallecidos y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas o psicofármacos. En el caso de los peatones analizados (167), el porcentaje asciende al 32%.