Examen a las carreteras
- La AEC calcula que se necesitarían 7.000 millones de euros de inversión para revertir la situación
13 julio 2018
La Asociación Española de la Carretera (AEC) presentó ayer el último informe sobre "Necesidades de Inversión de Conservación" realizado durante el segundo semestre de 2017 sobre carreteras del Estado y vías gestionadas por comunidades autónomas y diputaciones forales –lo que es una continuación de las campañas de Inspección Visual de la Red Viaria que la AEC realiza desde 1985 para conocer el estado de la pavimentación y del equipamiento de nuestras carreteras–. La conclusión más relevante del estudio sobre “Necesidades de Inversión en Conservación 2017-2018” es el imparable deterioro de los pavimentos, que obtienen una calificación media de “deficiente”, a escasas décimas del “muy deficiente”.
En términos generales, el estudio revela que la falta de conservación está haciendo mella en las infraestructuras viarias españolas, un patrimonio valorado en 145.000 millones de euros, y que, a partir del año 2009, según la AEC "ha sido abandonado a su suerte víctima de los sucesivos y reiterados ajustes en los presupuestos públicos". De hecho, según sus datos, la serie estadística de la investigación muestra cómo en 2001 la conservación de la red viaria aprobaba holgadamente el examen periódico realizado por la AEC, para llegar a 2017, dieciséis años después, rozando la línea del muy deficiente.
Dar la vuelta a esta situación requiere, según cálculos de la AEC, una inversión mínima de 7.054 millones de euros, que sería el déficit que acumula el mantenimiento del conjunto de las infraestructuras viarias de España y que se reparte como sigue:
• 2.211 millones en la red que gestiona el Estado y
• 4.843 millones en la que administran los gobiernos autonómicos y forales.
Mayor riesgo
Las consecuencias de la 'fotografía' que muestra el estudio de la Asociación Española de la Carretera son tres, fundamentalmente:
1. INCREMENTO DEL RIESGO: El progresivo deterioro de las carreteras en los últimos años coincide con un preocupante aumento de las víctimas en accidentes de tráfico. Reducir la velocidad para reducir el riesgo es una medida que, hoy por hoy, podría ser necesario adoptar si no se apuesta por actuar en la infraestructura y solucionar los problemas de falta de conservación existentes, sobre todo los que pueden afectar de forma directa a la seguridad de la circulación. De hecho, la AEC señala que "uno de cada trece kilómetros de la red de carreteras española presenta deterioros relevantes en más del 50% de la superficie del pavimento, acumulando baches, roderas y grietas longitudinales y transversales. Se trata de desperfectos que pueden afectar a la estructura de la plataforma, comprometiendo la comodidad, eficiencia y seguridad de la circulación, motivo por el cual podría ser aconsejable reducir el límite de velocidad genérico entre 10 y 20 km/h, una medida que afectaría a 6.800 kilómetros de carreteras".
2. IMPACTO AMBIENTAL E INEFICIENCIA ECONÓMICA: La AEC estima que, solo sin el sobrecoste en consumo de combustible que supone transitar por una carretera con pavimento en mal estado, se evitaría emitir tres millones de toneladas de CO2 al año, además del incremento de los gastos de mantenimiento del vehículo.
3. PÉRDIDA DE CAPITAL SOCIAL: Como se desprende del informe de la AEC, entre 2001 y 2017, las carreteras del Estado han perdido un 36% de su valor patrimonial, y las de las Comunidades Autónomas y Diputaciones Forales, un 38%.
Renovar la señalización
Con una nota media de 4,8 y 4,6 respectivamente, la señalización vertical en las carreteras del Estado y en las Autonómicas y Forales se mantiene en los mismos valores que en la auditoría realizada en 2015 y, aunque no empeora, tampoco logra alcanzar el aprobado. El informe de la AEC revela que, actualmente, es necesario renovar 100.000 señales de código en la Red del Estado, una malla en la que alrededor de 70.000 señales superan la edad de siete años (período de garantía otorgado por los fabricantes para las láminas retrorreflectantes), lo que se traduce en que, si bien durante el día la señal se muestra en un estado de conservación adecuado, por la noche su visibilidad no está garantizada, al haber caducado el material retrorreflectante.
En la Red Autonómica, por su parte, es preciso cambiar 270.000 señales, lo que requiere invertir 57 millones de euros (33 millones para las vías del Estado). En este caso, la investigación cifra en 180.000 las señales cuyo material retrorreflectante ha superado la fecha de uso recomendada por el fabricante.
Las marcas viales, mejor
Las marcas viales son el único elemento analizado que mejora sus puntuaciones en la inspección realizada en 2017. Partían de un aprobado holgado obtenido en el estudio precedente y han revalidado sus calificaciones (5,9 de nota media, cuatro décimas más que en 2015). La Red del Estado (con un 6,7) consigue subir la nota global, aunque las vías regionales también salen airosas, situándose en el 5,7.
La AEC concluye que, superado el cambio de tendencia que parecía apuntarse en la investigación realizada en 2013, la señalización horizontal de las carreteras competencia del Estado se consolida en el aprobado alto dentro de la calificación de “aceptable”. Pese a ello, la AEC considera que "aún queda mucho por hacer en materia de señalización horizontal" y concluye que "deberían repintarse las marcas viales de 30.000 kilómetros de carreteras en España, un total de 3.000 kilómetros en el caso de la red del Estado, y de 27.000 kilómetros en las vías autonómicas y de las Diputaciones Forales", calculando que el costeascendería a 56 millones de euros (6 y 50 millones, respectivamente).
Suspenso en barreras metálicas
En las barreras metálicas -y partiendo de que la AEC no estudia la necesidad de instalación en los tramos que carecen de barrera-, el examen las suspende una vez más, tanto en las carreteras Estatales (con un 4,3) como en las Autonómicas y Forales (que pasan del 4,3 al 4,1) y solicita una inversión de 334 millones de euros para mejorar este apartado.
Balizamiento e iluminación
De todos los elementos analizados, el balizamiento es el que tradicionalmente ha presentado un estado más saludable. Pese a ello, en 2017, hitos de arista, captafaros, paneles direccionales y balizas han experimentado un descenso en sus buenas calificaciones, con una pérdida de casi un punto en la Red del Estado, cuya nota pasa del 7,7 al 6,8, mientras en las autonómicas consiguen mantenerse en valores similares a 2015 (de 6,8, pasan a un 6,7).
Sin embargo, el 90% de las luminarias en funcionamiento no iluminan adecuadamente, y el 53% generan claroscuros, según el estudio realizado, en este caso, por la AEC y la Asociación Nacional de Fabricantes de Iluminación (ANFALUM). De estas, el 18% lo son por exceso (afectando a la eficiencia energética) y el 72% por defecto (repercutiendo en la seguridad del tráfico). La falta de uniformidad en la iluminación también incrementa la exposición al riesgo, ya que se generan zonas de oscuridad entre áreas iluminadas (claroscuros); este defecto se detecta en el 53% las luminarias en funcionamiento. En la inspección realizada en 2015, los porcentajes de iluminancia y uniformidad incorrectas respecto del total de luminarias en funcionamiento se situaban en el 89% y el 50%.