Efectos del cambio de hora en los conductores
- La DGT recomienda a los conductores de vehículos que carezcan de Luces de Conducción Diurna (DRL), que circulen con las luces de cruce encendidas
23 octubre 2020
La madrugada del sábado 24 al domingo 25 de octubre deberás retrasar los relojes una hora. Dormirás una hora más, pero, a cambio, dispondrás de menos horas de luz solar. Los conductores, por lo tanto, circularán más tiempo de noche. A esto se le añade también condiciones climatológicas adversas, propias de esta estación, como la lluvia o la niebla, que complican la conducción.
Ver y ser visto
La DGT aconseja a los conductores que no disponen de dispositivos de Luces de Conducción Diurna (LCD), que lleven las de cruce encendidas. Un informe del SWOV (Instituto de Investigación de Seguridad Vial de Holanda) indica que no haber visto al otro vehículo, o haberlo visto demasiado tarde, ha desempeñado un papel clave en el 50% de los accidentes de tráfico registrados durante el día, porcentaje que se eleva al 80% cuando el accidente ocurre en una intersección. Además, diversos estudios europeos afirman que si todos los vehículos circularan con luz durante el día se podrían reducir un 10% los fallecidos por accidente de tráfico.
A qué distancia vemos un coche si lleva las luces encendidas
Según diversos estudios realizados, un vehículo que circula con las luces puestas es percibido a una distancia de 240 metros. En cambio, uno que no las lleve, no será percibido hasta alcanzar menos de la mitad (una distancia inferior a 120 metros). Con luces encendidas, un vehículo oscuro es visto 170 metros antes respecto a uno que no las lleva puestas.
Fatiga en el conductor
Fatiga, sueño, distracciones, dolor de cabeza e irritabilidad son algunos de los síntomas que puede provocarte este cambio de hora. Para evitar esto o para adaptarse lo más rápido posible a un cambio en su rutina, lo mejor es seguir un horario regular de comidas y descanso (procurando cumplir con ocho horas de sueño).
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Revisa tu automóvill: El buen estado del vehículo es capital para la seguridad al volante, por ello si queremos evitar imprevistos ningún elemento debe pasarse por alto. Vigila especialmente los neumáticos. Es muy importante que los neumáticos de nuestro vehículo estén en buen estado, sobre todo la presión, porque son el elemento que está en contacto con el asfalto cuando vamos circulando. Su desgaste o una presión incorrecta puede provocar serias averías en el vehículo. Además, cabe recordar que un mantenimiento regular es esencial no sólo para nuestra seguridad y el buen funcionamiento del coche, también para alargar su vida y rendimiento.
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Infórmate de la previsión meteorológica antes de salir: Estarás mejor preparado si sabes de antemano qué circunstancias te vas a encontrar en la carretera, podrán anticiparte a los peligros, buscar rutas alternativas, salir antes o retrasar la salida.
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Usa las luces de cruce cuando notes una disminución de la luminosidad: Con la llegada del otoño las horas de luz se reducen haciendo que circulemos más tiempo con menos visibilidad. Ya lo hemos explicado antes. Es importante recordar que debemos utilizar las luces de cruce cuando notemos esta bajada de luminosidad y, de ser necesario, utilizarlas también durante el día.
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Ojo con el acuaplanin: El acuaplanin se produce cuando el neumático del vehículo no es capaz de avacuar el agua depositada en la calzada, haciendo patinar al automóvil por perder totalmente la dherencia. Esto suele producirse –además del por el exceso de lluvia caida– por excaso dibujo en el neumático o por circular demasiado deprisa. Mira en este vídeo qué hacer en caso de riada.
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Atención a hojas en la carretera: Cuando circulemos por zonas boscosas o con vegetación, o incluso en las propias ciudades con calles muy arboladas, debemos prestar atención a la presencia de hojas de éstos sobre la calzada. Si no se retiran del asfalto, as hojas caídas pueden convertir una frenada en un derrape por la falta de agarre de los neumáticos. Igualmente, tras un episodio de lluvia, las hojas retienen el agua y pueden resultar tan peligrosas y deslizantes como el hielo.
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Cuidado con los animales: Los atropellos a animales y accidentes a causa de intentar esquivarlos son significativamente más altos durante la temporada de otoño. En concreto se producen al amanecer y el atardecer, y éstos ocurren porque los conductores tratan de esquivar al animal demasiado tarde y a velocidad inadecuada. Si conduces dentro de barrios o en entradas rurales, ve con precaución y presta atención a su posible presencia.
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Evita la fatiga: Desplazarnos en carretera bajo condiciones meteorológicas desfavorables aumenta la tensión nerviosa y la fatiga visual provocando una disminución de la atención y aumentando el riesgo de accidente. Por ello, especialmente en trayectos largos, es importante detenerse cada dos horas o, siempre que se observe fatiga o somnolencia. Para combatirla recomendamos: no hacer comidas abundantes si tenemos, beber agua con frecuéncia aunque no se tenga sed, y realizar ejercicios de estiramiento de articulaciones cada vez que el conductor baje del coche.
La conducción nocturna entraña peligros asociados a la pérdida de agudeza visual y la disminución del campo visual. Aunque de noche se estima que el tráfico disminuye un 60%, cuatro de cada diez accidentes mortales suceden a esas horas pues, en la oscuridad, no apreciamos ni velocidad ni movimiento. Es más, ésta puede ocultar peligros que sí son visibles con luz diurna. Todo ello implica más tiempo para identificar objetos e interpretar correctamente la señalización. Así, conviene disminuir la velocidad hasta un 20% respecto a la velocidad permitida, pues al circular con luz de cruce la zona iluminada por los faros puede ser muy inferior a la distancia de parada. Pero es que, además, podemos sufrir la aparición prematura de monotonía, fatiga y cansancio, especialmente entre las 4 y las 6 de la mañana, cuando baja el nivel de alerta.