Alergia: un 30% más de riesgo de accidente
- Conducir con las ventanillas cerradas, no automedicarse y extremar la limpieza del vehículo, algunos de los consejos para reducir los efectos de las alergias
26 abril 2021
Conducir con alergia puede aumentar un 30% el riesgo de sufrir un accidente durante el trayecto. De hecho, hasta el 75% de las personas alérgicas admite que la alergia reduce su capacidad para conducir.
Estos datos son preocupantes porque el 30% de la población padece algún tipo de alergia y que cada año más de un millón de personas acude por primera vez a la consulta de un especialista. Los expertos creen que en el año 2050 hasta el 50% de la población adulta sufrirá rinitis alérgica (por polen, fundamentalmente a la gramíneas). Además, más de la mitad de los alérgicos sufre alteraciones del sueño y 2 de cada 5 de quienes tienen rinitis también sufren somnolencia diurna, lo que interfiere en las actividades de su día a día.
Conducir "a ciegas"
Según señala la plataforma Acierto.com, sufrir un pico de alergia mientras vamos al volante (con repetición de estornudos, ojos llorosos y constante moqueo), disminuye la atención que prestamos a la carretera. Por ejemplo, a una velocidad de 90 km/h, una secuencia de estornudos de cinco segundos equivaldría a recorrer 140 metros "a ciegas". Esta distancia aumenta si añadimos el momento previo al estornudo (durante la sensación de picor) y el instante después hasta que recuperamos la atención sobre la carretera.
De acuerdo a las fuentes consultadas por la plataforma, la irritación y el lagrimeo son los efectos más peligrosos: aumentan la sensibilidad a las luces y el sol y la sensación de fatiga y afectan directamente a la visión, uno sentido fundamental para conducir.
¿Y si tomamos medicación?
A pesar de que un correcto tratamiento es clave para reducir los efectos de la alergia, solo el 20% de quienes la padecen está tratados por un especialista médico. El resto, el 80%, o no toma nada o se automedica. Esto último es peligroso para la seguridad vial porque un consumo erróneo de medicamentos puede alterar nuestra capacidad para conducir. De hecho, se estima que el 10% de los accidentes de tráfico está relacionado con esto.
Además, no podemos olvidar que algunos medicamentos muy comunes pueden producir somnolencia, mareos o pérdida de apetito, lo que influye directamente en nuestra capacidad para conducir.
Os dejamos algunos consejos para reducir los síntomas de la alergia cuando vamos en coche:
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Mantener las ventanillas cerradas.
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Utilizar filtros para el aire acondicionado y cambiarlos con la frecuencia recomendada.
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Cuidar la limpieza del vehículo porque el polvo contiene ácaros, causa de muchas alergias.
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Utilizar gafas de sol ayuda a reducir el lagrimeo.
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Si vamos a emprender un trayecto largo, se recomienda cambiarse de ropa (sobre todo si hemos estado en el exterior) y lavarse la cara y los ojos antes de salir.
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Evitar conducir por zonas húmedas o con mucha vegetación (si es posible) para que el polen no se acumule.
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Consultar con un alergólogo y otros especialistas y evitar la automedicación.
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No consumir alcohol porque puede potenciar los efectos adversos de algunos medicamentos indicados para las alergias.
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No fumar dentro del vehículo para no agravar los síntomas.
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Intentar no conducir ni al amanecer ni al anochecer porque es a esa hora cuando las concentraciones de polen son más elevadas.
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Consultar los niveles de polen en la web de la Red Española de Alergología.