"La circulación de personas y vehículos por las vías es un estado de salud"
- La salud es un factor que condiciona la movilidad (hay problemas psicofísicos que impiden que podamos conducir con seguridad), pero esta misma movilidad puede condicionar el estado de salud (por ejemplo si produce lesiones o discapacidad)
08 abril 2014
La salud de la población y de los ciudadanos que la componen está relacionada con muchos factores, más allá de los estrictamente individuales. “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, reza el preámbulo de la constitución de la Organización Mundial de la Salud, de 22 de julio de 1946. La libre movilidad de las personas es un hecho crucial del estado de bienestar actual. Hoy en día, no es posible entender el bienestar sin poseer un cierto grado de movilidad. La circulación de personas y vehículos por las vías es, por tanto, un bien a conservar y un estado a promover. Un estado de salud.
La salud es un factor que condiciona la movilidad (hay problemas psicofísicos que impiden que podamos conducir con seguridad), pero esta misma movilidad puede condicionar el estado de salud (por ejemplo si produce lesiones o discapacidad).
Salud “vial” es, por tanto, un amplio marco de determinantes sobre los que podemos actuar para mejorar la calidad de vida de las personas. Es salud vial hacer nuestras vías fluidas y seguras. Es salud reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera y disminuir así el gravísimo problema de salud que origina la alteración de nuestro medio ambiente. Es, también, salud vial atender los accidentes de forma eficiente, trabajar para que las personas con discapacidad tengan más y mejor accesibilidad a los transportes públicos o privados, aconsejar adecuadamente respecto al uso de medicamentos, impulsar el uso de transportes más saludables y el desplazamiento a pie, o desarrollar vehículos más seguros y más cómodos.
El enfoque de la salud permite no solo analizar todos estos determinantes y muchos otros más, sino que además permite utilizar herramientas de intervención preventiva y de investigación utilizadas eficazmente en otros problemas de salud desde hace siglos. De hecho, la ciencia dedicada al estudio de la distribución y de los factores determinantes de las enfermedades en la población, la moderna “epidemiología”, cuyo origen por cierto se remonta a la España del siglo XVI, permite mejorar la calidad de vida en relación a la movilidad, facilitando la aproximación científica y la integración con otras disciplinas del conocimiento.
La salud al volante, la salud vial, no es un compromiso exclusivo de quienes se dedican al “difícil arte de curar”, sino que es responsabilidad de todos. Con este compromiso de todos es posible alcanzar una sociedad más sana. Solo así podrá ser, además, una sociedad más justa y menos desigual.