Una cuestión de salud pública
- El consumo de alcohol sigue estando detrás de un porcentaje muy elevado de siniestros de tráfico mortales, y las tendencias recientes son negativas.
14 diciembre 2022
Los datos expuestos en esta sección ponen de manifiesto que el consumo de alcohol sigue estando detrás de un porcentaje muy elevado de siniestros de tráfico mortales, y que las tendencias recientes son negativas.
En este ámbito, como en otros, existe una vinculación entre la realidad de la carretera y la realidad social: España continúa siendo uno de los países europeos con mayor consumo frecuente de alcohol. No obstante, los datos de las últimas décadas nos permiten asegurar que se ha avanzado mucho en la disociación entre el consumo de alcohol y conducción, y que el principal problema lo constituye un segmento pequeño de la población, que conduce con altas tasas de alcoholemia: en los últimos años, aproximadamente en tres cuartas partes de los conductores fallecidos con una prueba post mortem positiva, la concentración de alcohol superaba el límite penal de 1,2 g/l. Existe consenso en que detrás de muchos de estos casos hay una patología adictiva. Por ello, una de las prioridades para los próximos años es continuar apoyando, desde el ámbito del tráfico y la seguridad vial, las políticas y estrategias más amplias de salud pública y tratamiento de las adicciones. Las políticas de seguridad vial y, en particular, las asociadas a la gestión del permiso de conducir, deben, a su vez, reforzar la identificación de los conductores con adicciones y fomentar el tratamiento sanitario como requisito ineludible para mantener la capacitación legal para conducir. La Estrategia de Seguridad Vial 2030 contempla esta y otras líneas de trabajo para reducir la conducción tras el consumo de alcohol.