“Potenciar un cambio en la movilidad”

14 marzo 2023

Tiene claro que “las ciudades somos responsables de una parte importante de la crisis ambiental” y, por eso, hay que tomar decisiones. En Valladolid, están ahora implantando la Zona de Bajas Emisiones (ZBE): durante este año va a instalarse la infraestructura tecnológica para controlar los accesos y entre 2024 y 2030 se irá restringiendo escalonadamente el acceso de vehículos. Según explica, han optado por hacerlo de forma “progresiva” y “razonable” para evitar el “rechazo demasiado frontal de la población y de distintos sectores sociales, económicos o políticos que pueden acabar demonizando la ZBE” . “El objetivo no es restringir por restringir”, sino “potenciar un cambio en la movilidad”.

Cree que con las restricciones al tráfico en las ciudades pasa como con la ley antitabaco: hubo muchas protestas cuando se prohibió fumar en bares y restaurantes, pero ahora nadie quiere volver atrás. “Cuando la gente se acostumbra a pasear por una calle peatonalizada, a vivir sin ruidos, ya no nos imaginamos volver atrás. Los cambios cuestan, pero dentro de unos años nos preguntaremos por qué no lo hicimos antes”, asegura. Cree que la clave está en “ponerlo fácil”, que haya alternativas muy claras de movilidad. Por eso, considera que las ZBE “van a ser un acicate para que los ayuntamientos potenciemos el transporte público, la movilidad peatonal y ciclista”.

En su opinión, para que una ZBE sea exitosa “debe ser suficientemente ambiciosa, que no tema forzar un cambio estructural en la ciudad”. Y añade que no debe ser vista “como una imposición, sino como un contrato social hacia ciudades más vivibles”. Y no basta con “tomar atajos” para cumplir la ley porque, “más allá del efecto directo que tenga la ZBE, que siempre va a ser limitado, producirá a medio plazo un cambio drástico en la forma de movernos en las ciudades”.