Ciudades para vivir y convivir
- Celebrado en Valladolid el 2 y 3 de febrero el VII Encuentro de Ciudades, organizado por la DGT
15 marzo 2023
Empujadas fundamentalmente por razones medioambientales, las ciudades tienen claro que quieren ser más: más seguras, más saludables, más sostenibles, más humanas y más próximas. Y por eso, están inmersas en un proceso de transformación tanto de su modelo urbanístico como de movilidad. De cara al futuro, deben hacer frente a retos importantes; entre otros, el envejecimiento de la población, unas generaciones jóvenes más preocupadas por la seguridad vial y el medioambiente y que prefieren compartir o aplicar las nuevas tecnologías a la movilidad (Big Data, 5G, Inteligencia Artificial, etc.).
Concebir la movilidad urbana desde un enfoque transversal y humanizar las ciudades e impulsar el desplazamiento peatonal y en bicicleta fueron algunas de las conclusiones que se incluyeron en la Declaración con la que terminó el VII Encuentro de Ciudades que se celebró en la capital de Castilla y León los primeros días de febrero y en el que tomaron la palabra grandes urbes, como Madrid o Barcelona, y otras con menos población como Bilbao, Valencia, Alicante, Ceuta, A Coruña, Aranda de Duero o Rivas-Vaciamadrid.
Revolución silenciosa
Todas ellas estuvieron de acuerdo en que se encuentran en una etapa de cambios significativos que afectarán a muchas personas porque, según el profesor de Psicología Social y de las Organizaciones de la UNED, David Lois, en un futuro no muy lejano, el 70% de la población mundial vivirá en una ciudad.
Pere Navarro, director general de Tráfico, coincidió con esta opinión: “Todo pasa en las ciudades, son un gran activo porque concentran hasta el 80% del PIB”. Y agregó que, inmersas en una “revolución silenciosa”, van a ser las grandes protagonistas del siglo XXI: “El futuro de las ciudades se juega en la movilidad y quienes lo resuelvan bien tendrán éxito”. Ana Montalbán, coordinadora técnica de la Red de Ciudades que Caminan, compartió esta idea: “Vivimos una urgencia y la ciudad que no integre estos cambios será una ciudad del pasado”.
Espacio urbano
Carlos Daniel Casares Díaz, secretario general de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), considera que vamos a “una nueva cultura de la movilidad”, que pone en el centro a las personas para que sus necesidades puedan ser atendidas de una forma adecuada.
Óscar Puente, alcalde de Valladolid, aseguró que “la movilidad urbana es un derecho fundamental de los urbanitas” (si bien aclaró que esta “no tiene que pasar necesariamente por el coche”). En su opinión, la movilidad garantiza la igualdad entre todas las personas, por lo que la única opción pasa por “redistribuir el espacio urbano de una forma más equitativa”.
En este sentido, Álvaro Fernández Heredia, gerente de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA), explicó que debemos pasar de las ciudades 70/30 (las actuales) a las ciudades 30/70, es decir, invertir el reparto del espacio público y que el 70% del mismo esté dedicado a la ciudadanía y el 30% al coche privado.
Asimismo, la presidenta de Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, señaló que “las Administraciones no solo tenemos la obligación de reparar las baldosas, sino también la de generar más espacio público de calidad para las personas”. Y rechazó los privilegios que muchas ciudades siguen dando a los coches y abogó por incluir un enfoque de género en las políticas de movilidad.
Convivencia
Pero, ¿cómo podemos aprender de nuevo a convivir en las ciudades? “Regulando, adaptando los entornos, educando y reeducando y, también, vigilando y controlando”, respondió María José Aparicio, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la DGT. Las propuestas para lograr “calles de convivencia” pasan, según apuntó Ana Montalbán, por reducir tanto el volumen de tráfico como la velocidad, algo que puede conseguirse con un mayor control (radares, cámaras, etc.) y con un rediseño del espacio público. Por su parte, Antoni Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta, fijó un objetivo: que, en 2030, el peso de la bicicleta en la movilidad sea del 10% (ahora es el 2%), aunque, añadió, para lograrlo es necesario “sumar sensibilidad y consenso”, realizar mucha pedagogía y olvidar las luchas partidistas.
Óscar Moral, presidente de CERMI Madrid (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), puso sobre la mesa la movilidad de las personas con movilidad reducida, muchas veces comprometida porque las aceras se han llenado de obstáculos (bicis, patinetes, motos…), lo que las coloca en una “situación de vulnerabilidad”. Por eso, pidió cambios normativos para que no se pueda estacionar en las aceras. José María Riaño, secretario general de ANESDOR (Asociación Nacional de Empresas del Sector de las Dos Ruedas), estuvo de acuerdo en la necesidad de “liberar las aceras”, pero pidió hacerlo de manera progresiva y siempre tratando a la moto de una manera diferente al coche.
Mercancías. La distribución urbana de mercancías (DUM) es otra clave de la movilidad urbana, ya que representa entre el 35-40% del total. De ese porcentaje, el comercio por Internet supone el 20% de la DUM, mientras que la distribución a los establecimientos de restauración representa el 35%. Para José Carlos Espeso, responsable de Movilidad de AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores), el primer paso sería “dimensionar el flujo de la DUM, entender lo que entra y sale de cada ciudad”.
Por su parte, Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, señaló los principales desafíos que tiene planteados la DUM: vehículos muy envejecidos, muy contaminantes y muy poco seguros, por lo que la electrificación sería una buena opción, aunque habría que superar el reto de la falta de infraestructuras.
“Que mole”
El transporte público es otro pilar de la movilidad urbana del futuro. En palabras del gerente de Autobuses Urbanos de Valladolid (AUVASA), la clave es lograr un “más y mejor transporte público. Más significa duplicar la actual oferta de aquí al 2030. Mejor, conseguir que la experiencia de ir en transporte público mole”.
Tal y como apuntó Leví Moreno, concejal de Deportes y Movilidad del Ayuntamiento de Burgos, la clave es ofrecer “calidad, seguridad y precio”; es decir, ofrecer una flota moderna de vehículos, dar facilidades a los usuarios e incluso, “mimar” a los conductores para que estos traten también bien a los quienes se suben al mismo.
David Lois, profesor de Psicología Social y de las Organizaciones de la UNED, aseguró que el diseño de la ciudad es determinante en los hábitos de la ciudadanía, su forma física y las morbilidades que puede padecer. Ciudades con más trayectos a pie o en bicicleta facilitan el contacto social, los apoyos entre personas y el apego de estas a su territorio. Estos son los efectos sociales, pero ahora también hay que tener en cuenta la crisis climática y las muertes que se producen debido a la contaminación o al tráfico. Por tanto, es el momento de “identificar los problemas y actuar para las personas con capacidades diferentes”.
Recordó a la urbanista estadounidense Jane Jacobs, que defendía los beneficios de la “renaturalización de las ciudades”, con “calles cohesionadas, vibrantes y con espacios de encuentro entre las diferentes clases sociales”. En este contexto, Lois habló, por ejemplo, de construir en la ciudad “microbosques” o “parques de bolsillo” que “permitan la restauración psicológica de la ciudadanía que vive ahí y que protejan del calor, la contaminación o el ruido”.
Pero, ¿cómo convencer a los quienes rechazan los cambios? Según Lois, es necesario explicar por qué se adoptan determinadas decisiones, demostrar sus efectos positivos, tomar medidas para los colectivos especiales (por ejemplo, el comercio) y tranquilizar y advertir sobre lo que puede pasar.
Durante el VII Encuentro de Ciudades, Pere Navarro expuso las intenciones regulatorias de la DGT con respecto a los patinetes eléctricos y demás VMP: casco obligatorio, 16 años edad mínima y seguro de responsabilidad civil obligatorio. Según dijo, falta que la FEMP y los municipios estén de acuerdo. Mientras, el alcalde de Valladolid planteó el debate sobre el papel de los VMP en la nueva movilidad. En su opinión, estos nuevos medios de transporte ni son saludables ni seguros; tan solo son sostenibles; y, además, apuntó, los VMP generan muchos problemas porque a menudo se aparcan de forma descuidada en las aceras, impidiendo el paso a quienes van a pie y a personas con movilidad reducida. Una visión diferente mostraron otros ponentes, entre ellos, Álvaro Fernández Heredia (AUVASA), quien señaló que los VMP, además de ser sostenibles desde el punto de vista medioambiental, democratizan la movilidad y son un complemento perfecto para el transporte público.