Menos accidentes, más graves
- De noche disminuye la capacidad para calcular la distancia y la velocidad
01 febrero 2013
Durante el crepúsculo y la noche se producen menos accidentes de tráfico, pero las consecuencias son mucho más graves. En 2011, algo más del 29% de los accidentes se registraron durante esas horas pero se cobraron casi el 41% de las muertes. En el conjunto de las vías urbanas e interurbanas, el índice de gravedad fue de 3,4 muertos por cada 100 accidentes con víctimas, frente a 2,1 durante el día. Pero la mayor peligrosidad se localiza por la noche en carretera, donde se registran 6 muertos por cada 100 accidentes, casi el doble que durante el día (3,8). Resulta evidente que conducir de noche es más peligroso, a pesar de que la circulación disminuye significativamente. Y requiere adoptar precauciones especiales: un correcto mantenimiento de los sistemas de alumbrado del vehículo, mantener limpios lunas, parabrisas y espejos, y utilizar en todo momento chalecos reflectantes y los triángulos de peligro por si tiene que detenerse en el arcén a causa de una avería. Y ojo a la fatiga: al conducir de noche puede aparecer de forma temprana, incluso el sueño. Procure no quedarse con la vista fija y perdida en un punto y hacer paradas con mayor frecuencia.