Con lluvia, no resbale
- La lluvia es el fenómeno meteorológico más frecuente en España y el que más problemas causa para circular
17 diciembre 2015
Es el más frecuente de los factores atmosféricos y el que más problemas causa para circular. Sus principales riesgos y las precauciones necesarias para evitarlos son:
RIESGOS
• Menos adherencia. Tenga en cuenta que sobre el asfalto mojado, menos adherente, siempre disminuye el ‘agarre’ de los neumáticos y las frenadas se alargan.
• Primeras gotas. La lluvia puede ser especialmente peligrosa al principio, cuando las primeras gotas, mezcladas con el polvo y la grasa del asfalto, hacen muy deslizante el pavimento.
• Arrecia la lluvia. El agua acumulada en la calzada puede provocar deslizamientos. Además, la humedad puede afectar a las pastillas de freno.
• Peor visibilidad. La lluvia provoca problemas de visibilidad por las salpicaduras de agua y los cristales empañados.
• Atascos. Las congestiones en el tráfico, en especial en zonas urbanas y sus accesos, suelen ser habituales en días de lluvia.
QUÉ HACER
• Reduzca la velocidad. Circule más despacio, manteniendo una distancia de seguridad adecuada.
• Con suavidad. No acelere ni frene de forma brusca, evitará el riesgo de que se produzca el temido acuaplanin (ver infografía en pág. III).
• Ver bien. Compruebe el estado del alumbrado, las escobillas y el funcionamiento de los limpiaparabrisas y la luneta térmica.
• Y también ser vistos. Con lluvia circule, al menos, con las luces de cruce encendidas.
• Empañados. Utilice la calefacción para eliminar el vaho que se forma por la humedad y limpie los cristales con una bayeta seca.
Con lluvia abundante en carretera, el asfalto puede no drenar lo suficiente, o las irregularidades en el firme pueden formar pequeñas ‘bañeras’ de agua. En estas condiciones, ideales para que nuestro coche patine sin control, reduzca la velocidad y 'calce' neumáticos en buen estado. Si a pesar de todo se produce el acuaplanin, sepa qué hacer:
• Los 'síntomas': Sentirá una retención fuerte y la dirección sin control. Su vehículo puede seguir recto o comenzar a desplazarse lateralmente.
• Qué hacer: Sujetando el volante con firmeza, corrija en lo posible las pérdidas de trayectoria, y no acelere ni frene. Si consigue mantener el acelerador a punta de gas, las ruedas seguirán girando, la velocidad uniforme evitará la transferencia de masas y posibles derrapes.
Cuando el agua atraviesa o inunda tramos de carretera, conviene tener mucha precaución y pensárselo dos veces antes de seguir. Una corriente de agua con medio metro de profundidad, a una velocidad de 10-20 km/h, es suficiente para arrastrar a un turismo. Siga estos consejos:
• Carretera anegada. Aunque la conozca, no la cruce y busque una alternativa. La inundación puede ser más profunda de lo que aparenta si el agua ha socavado el terreno.
• Riada. Si el agua comienza a subir, supera la altura de los ejes o los bajos y comienza a mover el vehículo, abandónelo inmediatamente.