Memes y videoclips para crear conciencia vial
- Alcohol, drogas, velocidad y el uso del cinturón y del casco, son los principales temas tratados.
21 febrero 2017
‘Road Safety Tunes’ presenta la seguridad vial a través de la música. ¿Cómo? Difundiendo mediante canciones, vídeos, dibujos o ‘memes’, esos pequeños juegos visuales que pasan de muro en muro en las redes sociales, actuaciones responsables al volante. Road Safety Tunes es un método que utiliza la reflexión, la emoción, creatividad y la comunicación para trabajar con jóvenes entre 15 y 24 para que tengan un comportamiento responsable ante el tráfico. Tanto como conductores de coche como de bicicleta o moto.
A lo largo del curso 2016/17 pretende haber llegado a más de 200 alumnos españoles. Pero su alcance es continental, pues parte de subvenciones europeas y cuenta con el apoyo de la Dirección General de Tráfico. La clave: un sistema novedoso de educación vial que enganche a los jóvenes y que les ponga en el centro de las actuaciones en carretera. “El tema esencial no es tanto instruir sino que genere debate. Que les plantee situaciones para resolver por ellos mismos”, describe Marta Román, consultora de Gea21, la empresa responsable de los cursos en España.
Inseguridades y estereotipos.
‘Road Safety Tunes’ se estructura en cuatro apartados: sentir, conocer, crear y difundir. Consiste en dividir en pequeños grupos a los estudiantes y lanzar preguntas fáciles y rápidas que tengan que ver con la seguridad vial, en especial, sobre el consumo de alcohol o drogas, la velocidad o el uso de cinturón y casco.
“Comenzamos con preguntas que deben contestar rápido y explicar por qué. Luego se produce un diálogo sobre si es importante seguir las reglas y, por fin, les ‘ponemos en la tierra’ ofreciéndoles los datos”, apunta Román. "Así -dice-, les sitúan en una realidad muy cercana a ellos".
Entre medias también aprovechan para trabajar con las normas. Algo que a veces está visto como ajeno y con tradición teórica, separada de sus intereses y que les recuerda a una charla unidireccional de cuando eran más pequeños. “Lo llamativo es que son ellos los que escuchan y se hacen protagonistas. Situamos a un alumno en una coyuntura y llegamos a reflexiones”, afirma Román.
¿Cuáles? Pues lo más destacado es el momento de volver a casa después de salir de fiesta. Si han bebido, se piensan las alternativas. Se ven los pros y contras de algunas y se extrapola a la psicología: qué supone beber, para qué se hace, qué pasa si no lo haces, etcétera. Así afloran interrogantes mucho más arraigados a los estereotipos de género.
Memes y tuits.
Con esta controversia sobre la mesa, en 'Road Safety Tunes' se anima a escribir un rap que dé directrices sobre conducción. O a hacer ‘memes’ y ‘tuits’ con mensajes que contengan normas de educación vial y valores positivos.
Todo para que, en cuatro horas, la preocupación por las normas de circulación les llegue de forma innata. Y las conciban como algo habitual. En 2017 se anuncian nuevos talleres en Pontevedra, Sevilla, Málaga o Toledo. Las melodías seguirán rodando. No contra el nerviosismo de conductores y peatones, sino a favor de la igualdad y el pensamiento crítico.
María Cruz García Egido, pedagoga de la DGT, coincide en que las técnicas y herramientas que se utilizan con adolescentes y jóvenes deben encaminarse a lo pragmático. “Los adolescentes disponen de experiencia, a veces corta, pero propia; la clave es simular una situación real; generar entornos cómodos para ellos, donde se mueven con facilidad y frecuencia, y presentar la información en un envoltorio atractivo, libre de tópicos y prejuicios”.
Los contenidos, según añade, son siempre los mismos: el siempre presente problema con la velocidad, el alcohol y otras drogas y, en los últimos años, el mal uso de dispositivos móviles. Advertir de las consecuencias es importante, pero además, debatir sobre sus decisiones llega a su esfera emocional, y les sitúa ante problemas cotidianos.
“Para los adolescentes, los coches y las motos van más allá de un medio de desplazarse, afectan a su ámbito social, les convierte en líderes para decidir en el grupo cuestiones importantes como cuándo salir y volver a casa, donde ir, y en qué estado y con quién volver; pero también en 'responsables' de los iguales que le acompañan, fortaleciendo su criterio personal”.