No veo nada
- La niebla acentúa la falta de visibilidad y convierte en un grave problema ver... y ser vistos
11 diciembre 2017
La niebla nos lleva a situaciones de inseguridad que no son fáciles de gestionar… En el periodo invernal de los los últimos años (2013-2016) se produjeron 1.062 accidentes, con un total de 46 fallecidos a treinta días. Y eso con una conducción que suele ser prudente porque obliga sí o sí a conducir levantando el pie del acelerador… Sin embargo, la falta de visibilidad, de agarre, de ser vistos... convierte la conducción muchas veces en una situación extrema que, salvo que uno pueda parar en zona segura y esperar a que pase, complicado la conducción. A continuación le explicamos cómo conducir en caso de aparecer niebla.
■ PELIGROS
• Se conocen las zonas donde pueden aparecer, incluso las horas, pero suele dar la cara por sorpresa…
• En los casos de nieblas más intensas, la visibilidad se reduce hasta impedir que el conductor pueda ver más allá de unos metros.
• Esto ya de por sí nos lleva a una situación bastante ‘límite’, pero no es solo que no veamos; el peligro está también en que otros conductores tampoco nos ven a nosotros.
■ QUÉ HACER
• Lo primero, encender las luces antiniebla para ver y que nos vean.
• No debe usar las luces ‘largas’: estas ‘rebotan’ en las gotas de agua que forma la niebla y producen un efecto espejo.
• Debe reducir de forma drástica la velocidad para adaptarla a su campo de visión: cuanto menos vea, más debe reducir la velocidad de circulación.
• Use más que nunca como ‘guía’ las marcas longitudinales y laterales de la carretera.
• Ojo con el uso de las luces antiniebla cuando ésta reduce su intensidad o desaparece: son muy, muy molestas para los demás conductores.
Además de los riesgos de reducción de la visión por la niebla, ésta humedece también la calzada y la convierte en mucho más deslizante, por lo que la conducción debe ser prudente. Además, si se reducen las temperaturas, las gotitas sobre el asfalto pueden convertirlo en una pista de patinaje.