Así se circula en las turboglorietas
- Al aproximarse a una turboglorieta, es necesario observar la señalización y situarse sobre el carril adecuado
12 diciembre 2017
Las turboglorietas son un tipo de intersección con un diseño especial que da un giro de tuerca al concepto convencional de glorieta. En ellas rige la misma norma: los vehículos que circulan dentro tienen prioridad sobre los que pretendan acceder.
Pero también hay ciertas diferencias entre unas y otras. La principal es que, en cada carril de una rotonda 'turbo', el tráfico va encauzado hacia distintas salidas, de tal forma que no es posible hacer la plaza completa por el carril exterior.
"Durante la aproximación a una de estas glorietas, es fundamental observar la señalización para situarse correctamente antes de entrar", explica José María O'Mullony, jefe de la sección de Formación Vial de la DGT.
"Las turborrotondas son más sencillas, hay menos toma de decisiones, la circulación es más ágil y tienen mayor capacidad. Además, al eliminar los cambios de carril en la circulación interior, se reducen los puntos de conflicto", apunta Carlos Suárez, ingeniero del tráfico, 'importador' del concepto y diseñador de las primeras turborrotondas en España.
Líneas continuas.
Las líneas continuas hacen posible esta conducción 'guiada' desde la entrada. El objetivo es es mantener a cada vehículo 'encauzado' hacia su salida, evitando cruces de trayectorias y colisiones. Evidentemente, el riesgo solamente desaparece si los conductores respetan la señalización.
Las turboglorietas nacieron en los Países Bajos en los años 90 para resolver problemas de congestión circulatoria en intersecciones. En España, las primeras fueron construidas en la localidad asturiana de Grado (5.500 habitantes) en 2009: "Desde entonces, la circulación ha mejorado notablemente. La línea continua es lo que da fluidez. Si la respetan, el tráfico es mucho más ágil. Es raro que haya alguna retención", afirma Carlos Cadierno, agente de la Policía Local de Grado.