Ráfagas + túnel + adelantamientos
- En una décima de segundo, una ráfaga fuerte que pille desprevenido al conductor puede provocar un accidente o un susto importante
12 diciembre 2018
Siempre hay que permanecer atentos a la conducción, con los cinco sentidos y con las dos manos sujetando bien el volante. Sin embargo, con viento fuerte estos consejos alcanzan un elevado protagonismo, porque en una décima de segundo, una ráfaga fuerte que pille desprevenido al conductor puede provocar un accidente o un susto importante. Especial cuidado hay que poner cuando el coche sale de un túnel, cuando se supera un edificio o cuando se adelanta a un camión, ya que el efecto pantalla puede provocar que una ráfaga nos pille desprevenidos y nos eche fuera de la carretera.
¿Por dónde sopla?
Cuando haga viento lo primero que debe averiguar es de dónde sopla. Para ello hay que fijarse en las mangas de viento situadas normalmente en puentes y zonas delicadas, o fijarse también en las ramas de los árboles o vegetación. Conviene sujetar el volante con firmeza manteniendo una suave presión contra el lado del que llega el viento. También es importante incrementar la atención cuando se lleva portaequipajes de techo, que aumenta la altura del coche y, con ello, la exposición a las ráfagas laterales, las más peligrosas. Así mismo, es recomendable reducir la velocidad si la aerodinámica del coche no es buena y el conductor aprecia que da muchos bandazos.