Velocidad y riesgo al frenar
- A 120 km/h, antes de comenzar a frenar ya se han recorrido 33 metros
08 julio 2020
Durante el Estado de Alarma, la DGT alertó sobre el repunte que estaba observando en los excesos de velocidad. El descenso de los niveles de tráfico (69% en general) permitía que algunos pisaran de más el acelerador. "La velocidad ha sido fundamentalmente la que el conductor ha deseado", explicaba Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT.
Pero es que la velocidad es uno de los principales factores de riesgo, tanto en la aparición de accidentes como en la gravedad de los mismos. Por ejemplo, un informe del Departamento de Transportes del Reino Unido señala que si a 48 km/h el riesgo de morir en un choque frontal es del 3%, a 96 km/h este riesgo alcanza el 96%.
Distancia de reacción
Además, la velocidad influye mucho en los metros que se recorren en lo que se llama distancia de reacción, en la que, hasta que el conductor comienza a pisar el freno desde que observa el peligro, durante aproximadamente un segundo –tiempo de reacción– el coche continúa a la misma velocidad que circula. Por ejemplo, mientras que a 30 km/h durante el tiempo de reacción se recorren 8 metros, a 120 km/h se recorren más de 33 metros, lo que equivale a más de siete turismos de tamaño medio.
Y eso si no circulamos cansados –el tiempo de reacción se duplica y la distancia recorrida, también– o distraidos con el móvil –marcar un número en el móvil cuesta 13 segundos, durante los que recorremos 433 metros a 120 km/h– o la pantalla de infoentretanimiento –6 segundos y 200 metros a 120 km/h–. (Ver infografía inferior. Haciendo clic sobre la imagen se ampliará).
Distancia de parada y algo más
A la distancia de reacción hay que sumar la distancia de frenado –la que recorremos pisando el freno hasta que se detiene totalmente el vehículo– con lo que se halla la distancia de parada. Por ejemplo, a los 33 metros que recorremos antes de frenar a 120 km/h, habría que sumar los casi 81 metros frenando, para alacnazar 114 metros de distancia de parada hasta detener totalmente el vehículo.
Pero otros elementos también influyen decisivamente en la distancia de frenado, alargando los metros necesarios para detener el vehículo. Por ejemplo, si nuestros neumáticos tienen el dibujo desgastado (aun dentro del límite legal), vamos añadiendo metros a la distancia de frenado, al menos en un 6%. Por ejemplo, si con 3 milímetros de profundidad de dibujo se frena en 60 metros, con 2 mm. se alarga hasta los 70 metros. Lo mismo sucede si el sistema de frenos está desgastado –la frenada se alarga un 25%– o si los amortiguadores se encuentran en mal estado –36% más de distancia–.
Además, estos incrementos en la frenada pueden sumarse, por ejemplo, por llevar frenos y amortiguadores deteriorados. O, incluso, alargarse más si el suelo está mojado, que puede aumentar un 200% la distancia de detención.