2030:los tres futuros de la bici
- El 71% de los hogares españoles tienen, al menos, una bicicleta
05 octubre 2023
Por cuantía, se podría pensar que España vive una revolución ciclista. El parque de bicicletas en nuestro país es amplio, de hecho, según los datos del informe “Las cuentas de la bicicleta”, es el vehículo más numeroso en España: ya hay 35,3 millones de unidades repartidas por nuestro territorio y el 71% de los hogares posee, al menos, una bicicleta. Y según los últimos datos del Barómetro de la Bicicleta, también aumenta el número de personas que se animan a usar la bici de forma cotidiana; ya son casi 5 de cada 100 españoles.
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Las cifras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana también confirman ese auge. En la actualidad, la bicicleta cubre todavía una cuota reducida de los desplazamientos habituales (en torno al 1,7%), pero el potencial que posee es enorme. Y hay muchas posibilidades de que siga creciendo porque la Administración está haciendo un gran esfuerzo para que así ocurra. Un plan con el que se pretende que todos salgamos ganando: desde un punto de vista medioambiental, porque la bicicleta no genera emisiones (además de ser silenciosa); desde un punto de vista de la salud, porque es un medio de transporte activo; desde un punto de vista económico, porque es accesible.
"La bicicleta también beneficia la independencia de las niñas y niños, los encuentros sociales no planificados, los modelos urbanos compactos y el comercio de proximidad. El objetivo es promover el trasvase del coche privado a la bicicleta para avanzar hacia una movilidad urbana más sostenible y saludable", resume Antonio Pérez Peña, coordinador de la Oficina de la Bicicleta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Un plan complejo y estatal
Para conseguir ese objetivo, en junio de 2021 el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros la Estrategia Estatal por la Bicicleta, un documento que recoge 151 acciones para fomentar el uso de la bici en todos sus aspectos: cotidiano, turístico, de ocio y deportivo. Un aspecto fundamental de este plan es la construcción de infraestructuras, aunque también se puede fomentar el uso de la bicicleta por otras vías, como por ejemplo incluyéndola en el currículo escolar, haciendo campañas de difusión, etc.
Dado que todas estas acciones involucran a numerosos departamentos, en 2022 se creó un grupo de coordinación interministerial con el objetivo de lograr las sinergias adecuadas. "Se están dando pasos muy importantes, aunque hay un largo camino que recorrer de manera coordinada y contando siempre con la opinión y acción del sector privado, académico y, sobre todo, con el civil, ya que las asociaciones de personas usuarias aportan un valioso conocimiento, entusiasmo y perseverancia que desde las administraciones debemos aprovechar”, asegura Antonio Pérez Peña.
Un buen ejemplo de esa colaboración con la sociedad civil es el reciente informe “Las cuentas de la bicicleta”, una investigación subvencionada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Este informe ha estado a cargo de la Coordinadora en Defensa de la Bicicleta (ConBici), una agrupación de más de 70 colectivos ciclistas. Lo más interesante de "Las cuentas de la bicicleta" es que plantea tres posibles escenarios de futuro para la movilidad ciclista en nuestro país que sirven de previsión sobre si se logrará cumplir el objetivo marcado por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Dicho plan establece un objetivo muy concreto de cambio modal para dentro de siete años: en 2030 el 35 % de los pasajeros-km que hoy se realizan en vehículos particulares de combustión deberían haber migrado hacia otras fuentes no emisoras, como por ejemplo, la bicicleta. La fecha de ese cambio modal no está puesta al azar, sino en consonancia con el objetivo marcado por Naciones Unidas y su Agenda Sostenible que, junto al Acuerdo de París contra el cambio climático, son los dos pilares para el Desarrollo Sostenible dentro y fuera de nuestras fronteras.
Tres escenarios posibles
La situación de la que se parte es la siguiente: en 2022 (últimos datos recogidos), la cuota modal de la bicicleta en España era del 1,75%, se producían de 2,1 a 2,3 millones de desplazamientos en bici diarios y se recorrían de 9,5 a 10,5 millones de km cada día. A partir de estos datos, ConBici plantea tres posibilidades sobre cuál será el futuro inmediato de la bicicleta en España. El primero de ellos es el tendencial, aquel que respeta la tendencia en nuestro país de los últimos años. “Continuar como estamos hasta ahora nos llevaría a conseguir un porcentaje del reparto modal del 2,5%, teniendo en cuenta la pluralidad de situaciones en las que se mueven las ciudades españolas”, explica Alfonso Sanz, asesor de ConBici.
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El segundo escenario se ha bautizado como de transición y es más ambicioso en sus resultados: conseguiría duplicar las cifras y llegar hasta un 5% de cuota modal. “Aunque a algunos les puede parecer un fracaso si se compara ese 5% con las cifras de otros países europeos, como Países Bajos o Dinamarca, en realidad sería un éxito inédito que se alcanzara este escenario de transición”, asegura Alfonso Sanz, un optimismo que Antonio Pérez Peña corrobora: "Si bien las cifras del uso de la bici en España están lejos de las de otros países de nuestro entorno, esto se compensa en parte con el elevado número de desplazamientos que en nuestro país se hacen a pie, y esto es algo que no debemos perder".
Por último estaría el escenario más difícil de conseguir, el disruptivo. “Para lograrlo tendría que producirse una reducción drástica de la movilidad motorizada privada, algo coherente con la Ley de cambio climático y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, pero muy difícil de lograr en la realidad”, concluye Alfonso Sanz. ¿Se cumplirá alguno de estos escenarios en 2030?
Uno de los hándicaps de la bicicleta es que es percibida como insegura, el 49% de las personas no ciclistas señalan a la peligrosidad del tráfico como uno de los motivos que les impide elegirla. "Una de las principales «barreras» para no hacer un mayor uso de la bici en el ámbito urbano es la falta de infraestructura ciclista separada del tráfico motorizado, que es la que la población percibe como segura", asegura Antonio Pérez Peña.
En un intento de paliar este problema, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha publicado la "Guía de recomendaciones para el diseño de infraestructura ciclista" cuyos criterios pueden servir de referencia. En esta guía se aboga por construir infraestructura específica para las bicicletas separada de la calzada por la que circulan los vehículos de motor. Y si ello no es posible, limitar la velocidad a 20 km/h en los tramos en los que la bicicleta conviva con el resto de vehículos. Por otra parte, la Dirección General de Carreteras está llevando a cabo actuaciones para la movilidad ciclista en travesías y tramos de carretera que unen nodos generadores de desplazamientos cotidianos, como por ejemplo, poblaciones con polígonos o centros empresariales separados por distancias de hasta diez kilómetros.