¿Hacen falta más examinadores?
- En 2023, sólo el 46% de los alumnos aprobaron en la primera convocatoria
23 abril 2024
Las dificultades para acceder a la prueba de circulación del permiso de conducir han protagonizado los titulares de los medios de comunicación a lo largo de los últimos meses, aunque los datos, por su parte, muestran que el sistema sigue avanzando. Durante el año 2023 los examinadores de la Dirección General de Tráfico acudieron a los centros de exámenes para realizar 966.945 pruebas de circulación del permiso B (el más común) y 187.696 de otros permisos. Aunque 2.594 de esos exámenes no pudieron realizarse finalmente porque los convocados no acudieron a la cita, a pesar de que su examinador sí.
Y es que el examen de circulación es una prueba compleja, que precisa hacer que coincida la agenda del alumno con la del examinador y, a su vez, la de ambos con la de su profesor de la autoescuela que debe acudir el día en cuestión con un coche de la propia autoescuela que tiene que estar libre en esa fecha concreta y que haya sido asignado a un centro de exámenes específico.
A lo complicado del proceso para hacer que todos estos agentes coincidan se añade un factor más, como es que no todos los alumnos que se presentan a la prueba de circulación, obviamente, son declarados aptos, lo que contribuye a que la cifra de personas que quieren examinarse del permiso de conducir no descienda a la velocidad que los involucrados en el proceso desearían.
UNA NUEVA ESCALA. Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) consideran que la raíz del problema es otra. “En muchas provincias las autoescuelas tienen una capacidad superior de formar alumnos a la que posee la Administración para examinarlos. Cada año se repiten los mismos problemas de estacionalidad. Además, en las 27 Jefaturas en las que hay menos de 10 examinadores, cualquier baja o jubilación supone un riesgo de colapso. Por eso, necesitamos cambios estructurales en lugar de las medidas paliativas adoptadas hasta la fecha”, afirma Tere Coll, vicepresidenta de CNAE.
Para aportar soluciones desde la Dirección General de Tráfico se han impulsado cambios estructurales que ayuden a dimensionar la plantilla de examinadores de cada una de las Jefaturas Provinciales, Locales y Oficinas de Tráfico a la demanda. Para conseguirlo se impulsó en 2017 la creación del Cuerpo General Administrativo de la Administración del Estado especialidad de Tráfico, una nueva escala de funcionarios cubierta por unas oposiciones que se han convocado desde entonces anualmente.
En 2018 se convocaron por primera vez, y gracias a ello se incorporaron 70 nuevos examinadores a la plantilla. En 2019 fueron 35 más; en 2020, 40; en 2021, otros 35… “En 2024 se incorporarán 54 nuevos examinadores”, recapitula Montserrat Pérez López, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la DGT.
Para aumentar y reforzar la plantilla aún más, pero con un carácter transitorio, la DGT también ha recurrido a la contratación de personal interino. Este tipo de examinadores se pueden solicitar en dos supuestos concretos: para cubrir una plaza vacante hasta la incorporación definitiva de la persona destinada a esa plaza o en caso de una acumulación puntual de tareas en un periodo concreto. En 2022 se autorizó el nombramiento de 50 de estos examinadores interinos por vacante y 60 de los escogidos por acumulación de tareas. El año pasado, 2023, se nombró a otros 60 interinos más por un periodo de 6 meses.
“Además, disponemos de 17 examinadores itinerantes para reforzar a las Jefaturas que en momentos puntuales necesitan apoyo, por ejemplo, en caso de producirse una baja”, explica Montserrat Pérez. La CNAE valora estos esfuerzos, pero también considera que se quedan cortos. “Los funcionarios interinos ayudan, pero no suponen la solución definitiva. También se ha intentado paliar la escasez de efectivos en algunas Jefaturas con la aprobación de horas extra, aunque pocos examinadores quieren asumirlas. Reconocemos que DGT es consciente del problema y traslada sus peticiones a Interior y Hacienda, pero, cuando llegan a Función Pública, quedan atascadas”, resume Tere Coll.
VARIOS ENFOQUES. A la vista de los datos, Pere Navarro, director de la DGT, apunta a otro factor que podría estar influyendo en esta cuestión: “El problema no es la falta de examinadores, sino de personal para atender el trabajo administrativo y tramitar los resultados”. Las cifras también aportan otra pista más sobre por qué existen tantos alumnos esperando para examinarse de la prueba de circulación. En 2023, de los que aprobaron dicho examen del permiso clase B, sólo el 46% lo consiguió en primera convocatoria. El 25% lo logró en la segunda, el 14% en la tercera y un 15% aprobó en la cuarta.
La “bolsa de alumnos” de la que se habla no es un dato que se corresponda con las personas que están en disposición real de solicitar la prueba de circulación. “Esta cifra es el máximo volumen potencial de pruebas de circulación, un dato que facilita una previsión y permite analizar a largo plazo la evolución de los exámenes de las distintas provincias, así como ajustar las plantillas de examinadores. Pero no es un dato que se corresponda con las personas que están en disposición real de solicitar la realización de la prueba de circulación en un momento determinado”, explica Montserrat Pérez.