1.806 fallecidos y 9.265 heridos graves
- En 2023 hubo 9.265 heridos graves en siniestros viales, un 9% más que en 2022.
15 octubre 2024
El año pasado fallecieron un total de 1.806 personas y 9.265 resultaron heridas graves en más de 100.000 siniestros con víctimas ocurridos en vías urbanas e interurbanas de todo el territorio nacional, según las estadísticas oficiales, con fallecidos a 30 días, que ha elaborado la DGT. Estos registros suponen un empeoramiento respecto a las cifras registradas en 2022, ya que aumenta el número de fallecidos (+3%), el de personas hospitalizadas (+9%) y el de siniestros con víctimas (3%).
Por tipo de vías, las interurbanas registraron 1.288 personas fallecidas (+1% respecto a 2022) y 4.345 hospitalizados (+12%) en más de 35.000 siniestros con víctimas (+6%). Por su parte, en las vías urbanas hubo 518 muertos (+10%), 4,920 heridos graves (+7%) en casi 65.000 siniestros con víctimas (+2%). Analizamos pormenorizadamente lo ocurrido en los dos ámbitos.
Vías interurbanas: 1.288 fallecidos y 4.345 heridos graves
En las carreteras se registraron 7 de cada 10 fallecidos en siniestros viales en 2023. En total, 1.288 muertes: 943 en carreteras convencionales, 253 en autovías y 92 en autopistas. Además, hubo 4.345 heridos graves.
Por medio de desplazamiento, la mitad de los fallecidos son ocupantes de coches, en total 632 (18 más que en 2022); y uno de cada cuatro fallecidos son motoristas, 317 en total (+42). Además, fallecieron 130 peatones (-5), 61 ciclistas (+1) y 48 ocupantes de furgonetas (-25) y 48 de camiones (-18).
Por tipo de accidentes, la salida de vía sigue siendo el más letal. Destaca el aumento del número de fallecidos en colisiones laterales y fronto-laterales respecto a 2022 (+17%) y la reducción en las colisiones frontales (-7%).
Por sexo, ocho de cada diez fallecidos son hombres; y por edad, la franja de 45-54 años es la que más sube (251 fallecidos, +13%).
Además, en 2023 hubo 17 días con 0 muertos, uno más que el año anterior.
Entre todos estos datos, hay cuatro aspectos de la siniestralidad en carretera de 2023 que merecen un análisis más detallado:
1. Salidas de vía
La salida de vía es un siniestro en el que interviene un solo vehículo y cuyos desencadenantes suelen ser las distracciones, los excesos de velocidad o la fatiga. Es el tipo de siniestro más frecuente y letal: 539 personas -más del 40% de todos los fallecidos en vías interurbanas- perdieron la vida en salidas de la vía. Sumando los últimos dos años, 1.072 personas han muerto en este tipo de accidente de tráfico en las carreteras.
“El número de salidas de vía y colisiones entre vehículos depende del nivel de intensidad de tráfico. Pero también hay una fuerte correlación entre el riesgo de sufrir una salida y factores de riesgo como distracciones, fatiga o velocidad. Asimismo, debe tenerse en cuenta el potencial de reducción de la siniestralidad asociado a mejoras de la infraestructura”, explica Álvaro Gómez, director del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT.
Destaca el aumento del número de víctimas mortales en colisiones laterales y fronto-laterales (249, +17% respecto a 2022) y la reducción de las colisiones frontales (263 fallecidos, 19 menos que en 2022).
2. Motoristas
El colectivo de los motoristas incrementa su número de fallecidos más que ningún otro durante 2023: 317 conductores y ocupantes de motocicletas perdieron la vida en accidentes en carretera. Son 42 personas fallecidas más (+15%) que en 2022 y 129 más que hace una década.
¿Cómo se explica esta tendencia ascendente?: “En 2023, las matriculaciones de motocicletas estuvieron un 13% por encima de los valores de 2019. Es una tendencia opuesta a la del turismo. Hay más uso de la motocicleta, tanto en desplazamientos laborales como en fin de semana”, señala Gómez.
Respecto al tipo de motorista que se ve implicado en más siniestros mortales, las circunstancias del siniestro y el tipo de moto que conduce, aclara:
“Conocemos el perfil-tipo de estas víctimas. Es el de un hombre de entre 35 y 64 años y con más de diez años de antigüedad en su permiso de conducir. Ocho de cada diez fallecen en siniestros ocurridos en carreteras convencionales, más de la mitad en fines de semana. Dos de cada tres conducían motos de alta cilindrada y, en la mitad de las ocasiones, el siniestro se produjo por salida de la vía”.
3. Atropellos mortales
El año pasado 130 peatones fallecieron atropellados en las carreteras. Si bien son 5 menos que el año anterior, se trata de la quinta cifra anual más alta de la última década, en la que sólo dos años (2017 y 2020) registraron cifras inferiores a los 100 peatones muertos. Y es especialmente significativo que, en 2023, 61 peatones (casi la mitad) fallecieran en autopistas y autovías, un tipo de vías donde tienen prohibida la circulación:
“Los estudios del Observatorio Nacional de Seguridad Vial indican que los dos escenarios de atropellos mortales en autopista y autovía son los siguientes: en primer lugar, peatón que circula antirreglamentariamente por la calzada o el arcén, sin chaleco reflectante, de noche, sin iluminación y con buen tiempo; en segundo lugar, peatones en la calzada, bien reparando el vehículo o bien por siniestro previo, por el día, con buen tiempo y con presencia de distracciones del conductor del vehículo que comete el atropello”, explica Gómez.
4. Sin usar el cinturón de seguridad
En 2023, 147 personas que fallecieron en coches y furgonetas, no llevaban abrochado el cinturón de seguridad en el momento del accidente, un accesorio de seguridad que en España es de uso obligatorio desde 1975 en los asientos delanteros y desde 1992 en los traseros.
“Es cierto que el indicador está estancado, algo que también observamos en otros países”, analiza Gómez: “De acuerdo con nuestros estudios, el uso del cinturón depende fuertemente del tipo de vía por el que se circula, del perfil de la víctima y de la edad del vehículo, y en menor medida de variables como el medio de desplazamiento. Hay mayor porcentaje de no uso en vías urbanas, plazas traseras, vehículos antiguos y hombres. En los conductores, vemos también que el no uso va asociado a otros comportamientos de riesgo, como el consumo de alcohol y otras drogas”.
Vías urbanas: 518 fallecidos 4.920 heridos graves
El año pasado fallecieron 518 personas en las vías urbanas, lo que significa que 3 de cada 10 muertes en siniestros viales en 2023 ocurrieron en vías urbanas. Además, en las ciudades hubo 4.920 hospitalizados con heridas graves.
“Las cifras de siniestralidad urbana resultan de combinar los datos de más de ocho mil municipios con grandes diferencias entre ellos, lo cual explica una parte de las fluctuaciones. Respecto a 2022, se observa un descenso de la siniestralidad mortal en el conjunto de municipios con población de entre 100.000 y un millón de habitantes, y un aumento en el resto de municipios”, analiza Álvaro Gómez.
En las ciudades, 8 de cada 10 fallecidos son usuarios vulnerables: 223 peatones (el 65% mayores de 65 años), 138 motociclistas, 29 ciclistas, 17 usuarios de ciclomotores y 8 de patinetes (VMP). Destaca especialmente el aumento del número de víctimas mortales en dos de estos grupos: el de los motoristas (+10% respecto a 2022) y el de los peatones (+4%).
Además, en 2023 fallecieron 71 ocupantes de turismos en siniestros viales en las zonas urbanas (+4).
Según el tipo de siniestro, los atropellos de peatones causan la mayoría de los fallecidos en las ciudades (42%), seguidos de las salidas de vía (20%), las colisiones frontales y fronto-laterales (19%), las colisiones traseras y múltiples (3%), los vuelcos (2%) y otro tipo de siniestros (15%). Destaca además que 1 de cada 4 fallecidos en ciudad no usaba accesorios de seguridad (cinturón o casco).
“En 2023, ha habido un aumento de los fallecimientos en todos los colectivos vulnerables. Sin embargo, si desagregamos más las cifras o analizamos periodos más amplios, vemos diferencias significativas. Por ejemplo, respecto a 2019, valor de referencia prepandemia, el número de motoristas fallecidos aumenta, mientras que el de peatones y ciclistas disminuye. También disminuye el número de fallecidos con una edad de 65 años o más, un colectivo importante desde el punto de vista de la pacificación del tráfico y la implementación de medidas de accesibilidad”, señala Gómez..
El año pasado, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) realizó 6.700.000 pruebas de alcoholemia en las carreteras de las que casi 70.000 fueron positivas (1,17%). Es decir, 70.000 conductores con alcoholemias por encima del límite legal permitido (0,5 miligramos de alcohol por litro de aire espirado; 0,3 para profesionales).
Además, los agentes de la ATGC realizaron casi 102.000 test de drogas a conductores de los que más de la mitad (52.000) fueron positivos.
“Los estudios indican que la presencia de alcohol en conductores fallecidos estaba varios puntos por encima de los valores prepandemia. Debido al elevado riesgo de la conducción bajo los efectos del alcohol, este es un dato muy preocupante. Debemos reforzar las políticas integrales, que incluyan actuaciones de vigilancia y control, pero también medidas en el ámbito de la salud pública”, subraya Álvaro Gómez, director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT.