Modificaciones para un cambio de actitud
- El objetivo es cambiar la actitud de los infractores.
30 diciembre 2024
En 2006, cuando se superaban los 4.100 fallecidos por siniestros viales, la introducción del permiso por puntos supuso una revolución conceptual que ha contribuido a la significativa reducción de la siniestralidad vial desde entonces. La idea de penalizar las infracciones con pérdida de puntos y vincular la vigencia del permiso de conducir a tener un saldo positivo, supuso también articular una formación para los conductores infractores que les permitiera restituir sus puntos o recuperar sus permisos en caso de haberlos perdido como consecuencia de conductas irresponsables mientras circulaban.
Ahora, casi 20 años más tarde, las formas de movilidad y los perfiles de los infractores viales han cambiado, lo que ha llevado a una lógica y necesaria evolución de estos cursos, regulada en la Orden INT/914/2024, en vigor desde el 4 de noviembre, y por la que esta formación tiene una nueva estructura, duración y contenido.
El objetivo de estas modificaciones es buscar una mayor eficacia a la hora de promover en los conductores infractores comportamientos acordes a valores de convivencia y respeto a las normas y al resto de los usuarios de la vía, especialmente a aquellos más vulnerables.
Hay que tener en cuenta que en 2023 los conductores españoles perdieron casi 4,5 millones de puntos de su permiso y cerca de 20.300 conductores agotaron todo su saldo por infracciones relacionadas con la velocidad inadecuada, los semáforos en rojo, el alcohol, el uso del teléfono móvil, el cinturón o los sistemas de retención infantil, entre otras. De esta manera, como parte del proceso para revertir el estado de sus carnés, el año pasado 82.877 personas realizaron cursos de recuperación de puntos (35.254) o de recuperación del permiso (47.623).
Además, hay que destacar que “desde la liberalización de la impartición de cursos en base a la sentencia del Tribunal Supremo hay ya 940 centros a nivel nacional en los que los conductores pueden realizar esta formación”, señala Montserrat Pérez, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la DGT.
Cambios fundamentales. Entre las modificaciones más importantes que introduce la orden ministerial, se encuentra la intervención obligatoria de víctimas de siniestros viales, un contenido que antes era potestativo y que ha demostrado una gran eficacia en el cambio de actitudes de los conductores infractores al incidir en la estrategia de ponerse en el lugar del otro.
En la misma línea se aumenta el tiempo dirigido por el psicólogo formador y en el que se desarrollan las dinámicas de grupo, de gran efectividad en las tareas de sensibilización y reeducación que se pretenden.
Por su parte, del mismo modo que la incorporación de las distracciones como factor de riesgo obedece a la necesidad de adaptarse a las nuevas formas de movilidad, el establecimiento de nuevos perfiles infractores responde a la realidad de una siniestralidad vial que cambia con el tiempo: “Los perfiles ahora se establecen en base a las infracciones que comete el propio conductor, lo que facilita una concienciación individualizada y ese cambio de actitud que pretendemos y, dadas las cifras de siniestralidad, se crea un perfil específico para motocicletas”, explica la responsable de Formación y Educación Vial.
De esta manera, el perfil de “conductas imprudentes en moto” viene a sumarse a los de “velocidad”, “alcohol y otras drogas”, “conductas imprudentes”, “distracciones” y “penal”, que determinarán los contenidos que se impartirán en los cursos, en especial en la parte específica de los mismos, y que también se actualizan en la norma que acaba de entrar en vigor. Además, también se ofrecen opciones que avanzan en la adecuación a las nuevas tecnologías, como la posibilidad de realizar la parte específica de los cursos de forma online.
Duración. En cuanto a la duración de los cursos, se ha reducido tanto para los de recuperación del permiso, con una extensión mínima de 20 horas, como para los de recuperación de puntos, con un mínimo de 10 horas. En este último caso, el tiempo de formación se corresponde con el máximo de puntos que pueden obtenerse tras haberlo superado, 4, una disminución que está relacionada con la próxima salida de los cursos de conducción segura y eficiente que van a bonificar con 2 puntos: “Lo que queremos lograr es que el conductor tenga la mayor formación posible, y así conseguiríamos, por un lado, que hagan los cursos de sensibilización, que tienen un enfoque muy concreto, porque lo que se busca es un cambio de actitud; y, por otro lado, formarles en la conducción, y para eso están los cursos de formación segura y eficiente. Son dos cursos totalmente distintos, entonces, haciendo uno y haciendo otro tenemos los 6 puntos”.
Esta modernización formativa no es sino un eslabón más del ecosistema de cursos y acciones educativas que busca conseguir conductores concienciados y sensibilizados, con conocimientos actualizados y valores de respecto y convivencia que puedan aplicar a sus comportamientos en las vías.