Cuando la depresión toma el volante
- Evite el consumo de alcohol y otras drogas cuando esté tomando un antidepresivo y, en general, cualquier medicamento con el pictograma medicamentos y conducción
11 diciembre 2017
La depresión –enfermedad que padecen en torno al 5% de los varones y el 12% de las mujeres– cursa con diversas manifestaciones, siendo una de las primordiales el bajo estado de humor o ánimo, y de conducta (desinterés y visión negativa de todo). Además, se produce un deterioro del rendimiento cognitivo (enlentecimiento) y de la capacidad de concentración. Como sucede en otras enfermedades, la sintomatología difiere mucho de unos pacientes a otros y varía durante su evolución y en relación con el tratamiento.
Sin embargo, con frecuencia quienes padecen trastornos depresivos tienden a no reconocer su situación y, por ello, a no consultar con el médico. De ahí que algunos países hagan campañas para su detección y tratamiento.
Es una enfermedad que produce sufrimiento y que debe ser diagnosticada y tratada. Y, por ello, desde el punto de vista de la seguridad vial, y la seguridad en todos los campos –por ejemplo, laboral–, se presta especial atención a esta patología y la accidentalidad.
Las alteraciones del sueño, ansiedad, déficit de atención, aumento del tiempo de reacción, o la indecisión son algunos de los síntomas que en determinadas fases de la enfermedad pueden interferir con la capacidad de conducir. También algunos de los medicamentos que se utilizan para el tratamiento pueden afectar a la conducción segura.
• Durante las primeras semanas de inicio del tratamiento procure no conducir. En este momento es fundamental la ayuda de las personas próximas al enfermo. No solo deben animarle, sino ayudarle en sus desplazamientos durante unos días.
• Evite el consumo de alcohol y otras drogas cuando esté tomando un antidepresivo y, en general, cualquier medicamento con el pictograma medicamentos y conducción.
• No se automedique sin consultar con su médico o farmacéutico.
• Tome siempre la medicación.
• Si observa que la medicación interfiere con una conducción segura, deje de conducir. Si sufre somnolencia, vértigos, alteraciones del comportamiento, temblor, alteraciones visuales…, hable con su médico.
• Siga las indicaciones de su médico y confíe en él: saldrá de la depresión.