Artritis reumatoide y conducción
- Si la artritis dificulta la conduccion, se pueden instalar adaptaciones en los mandos del vehículo
05 febrero 2018
La artritis reumatoide es una enfermedad caracterizada por la afectación simétrica de cualquier articulación. Las que se ven afectadas con mayor frecuencia son las de manos y dedos, causando dolor, inflamación, rigidez y pérdida de la función de las articulaciones. Además, la artritis reumatoide presenta manifestaciones extra-articulares (por ejemplo en ojos, boca y pulmones) y síntomas generales inespecíficos.
Este tipo de artritis afecta con más frecuencia a mujeres que a hombres y suele comenzar en la edad media de la vida. En sus fases iniciales puede aparecer en forma de episodios o brotes aislados, pero progresivamente se cronifica.
No se conoce con exactitud la causa de la artritis reumatoide, pero en ella interviene la constitución genética de la persona. Es una enfermedad autoinmune, y coloquialmente podríamos decir que “es consecuencia del ataque de su sistema inmunitario a sus propios tejidos”.
Hace años, si no se trataba, ocasionaba en sus fases avanzadas importantes limitaciones físicas, así como un marcado deterioro de la calidad de vida. Sin embargo, en la actualidad, los pacientes son tratados cada vez más precozmente, con cambios en el estilo de vida, ejercicios destinados a mejorar la flexibilidad, medicamentos, y en ocasiones con cirugía.
El tratamiento disponible en la actualidad no permite curar la enfermedad, pero consigue reducir principalmente el dolor y la inflamación articular y, en cierto grado, disminuir o detener el daño articular.
Si la artirtis produce deformidad, rigidez, etc. en alguna de las articulaciones y esto le dificulta el manejo eficaz de los mandos –volante, pedales, palanca de cambios…–, tenga en cuenta que existe la posibilidad de adaptar el vehículo para que usted pueda conducir de forma confortable y con seguridad.
Desde un vehículo automático a la instalación de ayudas en la dirección, frenos y/o aceleradores adaptados, pedales adaptados, espejos que amplíen su campo de visión, etc. Consulte con su médico y con un centro de reconocimiento de conductores.