¿Con perspectiva de género?
- La peleada igualdad precisa políticas y acciones de intervención, también viales
02 julio 2019
Hace unas semanas aparecía en Prensa una columna de Juan José Millás, “Instantes”, tan tierna como acertada; un delicioso “mini tratado educativo” para estos tiempos sin conversación calmada, y acusaciones de todo tipo sobre la educación.
Reflexionaba recientemente Juan José Millás, en una columna (“Instantes”), sobre el alcance educativo de un gesto tan tierno, inocente y recomendable como leer un libro a un niño, y lo que puede generar en el pequeño que lo escucha.
Pues nada más y nada menos que los primeros fundamentos de su actitud hacia determinadas aspectos trascendentes que marcarán su pensamiento, visión de la vida, valores sociales en los que apoyarse etc.... Si a esto sumamos el ejemplo de su entorno, desde sus padres y hermanos hasta sus profesores, los mensajes de los medios, publicidad…
Apuesta valiente
Hablar de la perspectiva de género, en el caso de la movilidad segura y sostenible, y en estos tiempos, es una apuesta valiente y arriesgada, pero necesaria para desplazarnos lejos del confort del concepto, y aprender a expresarnos y definir donde los “límites” y “los alcances” del conocimiento toman el protagonismo.
Los recortes que impone la realidad virtual nos arrebata la conversación tranquila y sosegada cara a cara, la reflexión, las preguntas y respuestas aclaratorias, el razonamiento, los ejemplos...
Para empezar, hay que admitir que todos y todas estamos bastante más mediatizados de lo que pensamos, y que, como deja claro el reportaje (págs. 23-29), nuestras miras deben ir más allá de la comunicación de datos diferenciada por género, anclados en que las mujeres sufren menos accidentes que los hombres, o que su actitud ante la conducción es más responsable…, olvidando el meollo y lo importante, lo que tiene que ver con la calidad (de tantas creencias, conductas, de tantos porqués…) más que con la cantidad.
Impacto trasnversal
Hay mucho que debatir sobre esta perspectiva de género en la movilidad que afecta a toda la sociedad; pero es que, además, el contexto vial ha mostrado su impacto transversal en la evolución del pensamiento social en aspectos sensibles, y sus posibilidades de extrapolación a otros ámbitos: medioambientales, económicos, educativos, de salud…