Enseñando seguridad
- Un curso de la DGT aconseja sobre la posición en el carril, el uso de casco o de luces diurnas, entre otros, mientras se circula en bicicleta
17 marzo 2021
Muchos factores han favorecido el auge de la bicicleta como un medio de transporte limpio, sano y actual. Por ejemplo, los esfuerzos de las administraciones en los últimos años en adaptar sus ciudades y crear infraestructuras específicas, inversiones en sistemas de bicicletas compartidas o, siguiendo el ejemplo de otros países, Comunidades Autónomas –como Madrid y Valencia– que con subvenciones y ayudas fomentan la compra y uso de este medio.
Todas estas iniciativas han reflejado su eficacia y en la actualidad, según datos del Barómetro de la Bicicleta, se consolida la expansión, aportando datos como que el 51% de la población española hace uso de la bicicleta de forma frecuente.
Bicis: más desplazamientos
Los datos muestran un avance general en los desplazamientos cotidianos: ir a trabajar, a estudiar y otros desplazamientos del día a día. El incremento más significativo se da en los desplazamientos por estudios donde el uso de la bici abarca el 31%.
Todas estas cifras esperanzadoras en el uso no deben hacer olvidar que es muy amplio el camino por recorrer para que la bicicleta se consolide como un medio mayoritario, sostenible y seguro. Uno de los principales retos se da en el ámbito educativo, donde cada vez más voces reclaman que la educación vial tenga una mayor presencia en los centros escolares, y por ende, se comience en ellos la formación para este medio de transporte.
La bicicleta es uno de los pocos que no requiere, de forma obligatoria, permiso para su uso, inspecciones del vehículo, seguro, etc. La bicicleta, como cualquier otro medio, requiere una educación y formación mínima que capacite al usuario a hacer un uso correcto de ella que permita afrontar los desplazamientos por las vías públicas de manera segura y acorde a las normas.
Como en cualquier medio de transporte, el usuario tiene unos derechos y obligaciones regulados; por ello, es necesario conocer la normativa vigente, tanto estatal como municipal, que regula de forma directa las vías y el uso en cada localidad.
Curso de ayuda
Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) desarrolla acciones diversas para abordar la protección de los usuarios más vulnerables (los que por diferentes circunstancias, características físicas o medio de desplazamiento empleado, tienen más probabilidad de verse implicados en accidentes de tráfico o de ser víctimas de los mismos).
Uno de los colectivos ‘vulnerables’ es el de los ciclistas. Por ello, el primer curso piloto se ha dirigido principalmente a profesionales que usan la bicicleta en su horario laboral (por ejemplo, los riders, que, a raíz de la pandemia, han pasado a considerarse esenciales) o también a los trabajadores que usan la bici para ir al trabajo (25,9% de los desplazamientos). En base a estos aspectos se ha trabajado en cómo escoger la bicicleta que mejor se adapta a las necesidades de cada usuario, aconsejando sobre sus beneficios
y desventajas en función de su uso. Por ejemplo, las bicis urbanas son las que mejor se adaptan a las necesidades de la ciudad; de hecho, son idóneas para riders, ya que su posición erguida facilita la visualización del trafico de alrededor pero con la desventaja de no ser aptas para hacer deporte; en cambio, las plegables, idóneas para ciudad, manejables y fáciles de transportar y guardar, sus piezas sufren mayor desgaste y son menos duraderas; también se estudió la elección de bicis eléctricas, aconsejadas con orografía desfavorable.
Posición y accidentes
Un 16% de los usuarios de bicicleta ha tenido un accidente con ella en los últimos cinco años. Por este motivo, el curso incluye aspectos que permitirán al usuario circular con mayor seguridad en función del tipo de vía. El curso insiste en la importancia de la posición del ciclista en la vía, siendo la posición primaria (circular por la parte central del carril) la idónea para carriles estrechos en los que un vehículo no puede adelantarnos, nos ayuda a ser más visible en las intersecciones o nos da espacio de seguridad en las vías con vehículos aparcados en ambos lados. Por contra, la posición secundaria (en la parte derecha del carril) es idónea en subidas, donde nuestra velocidad es baja, o en calles largas y anchas, ya que favorece el adelantamiento de otros vehículos.
El curso también ha desarrollado contenidos sobre ciclologística, aconsejando sobre la importancia de aspectos como la elección de una vestimenta adecuada, la necesidad de diseñar rutas que eviten grandes viales con mucho tráfico, la importancia de ser visibles (aconsejando el uso de luces diurnas) y en especial la importancia del uso del casco, dada su exposición al riesgo.
El Curso básico de movilidad en bicicleta, realizado de forma online del 15 al 30 de enero, ha desbordado hasta las mejores expectativas dado el aluvión de solicitudes e inscripciones, más de 5.000, y ahora, una vez finalizado y a la vista de los primeros resultados y encuestas de satisfacción realizadas a los participantes marcan uno de los caminos y retos a afrontar desde la Unidad de Intervención Educativa, la capacitación del colectivo ciclista con el fin de seguir potenciando este tipo de transporte económico, ecológico, sostenible y cada vez más seguro.