Asistentes Inteligentes de Velocidad, ¿una solución?
- El ISA reduciría el número de fallecimientos en un 20% y las colisiones en un 30%.
12 septiembre 2018
Más de 25.000 personas fallecieron y 200.000 resultaron heridas graves en accidentes de tráfico en las carreteras europeas durante 2017: en uno de cada tres, la velocidad fue factor causante. En España, según los últimos datos de la DGT, el año pasado fallecieron más de 300 personas en accidentes en carretera en los que la velocidad fue, al menos, una de las causas del siniestro.
Estas son algunas de las grandes cifras presentadas durante la jornada "Hacia la seguridad de serie en todos los vehículos" organizada por la Fundación Mapfre y el Consejo Europeo de la Seguridad en el Transporte (ETSC), con la colaboración de la Dirección General de Tráfico (DGT).
En este foro se ha destacado nuevamente la relevancia de la velocidad como principal riesgo desencadenante de siniestros viales, al tiempo que se ha debatido sobre los beneficios de las asistencias electrónicas en los vehículos en general y más concretamente del 'Asistente Inteligente de Velocidad' (ISA en inglés).
Este asistente funciona conectado al GPS y dotado de una cámara que lee las señales viales, advierte al conductor cuando éste supera los límites legales (ver recuadro abajo). Un sistema que el director de la DGT, Pere Navarro, espera que termine siendo parte del equipamiento obligatorio en los automóviles, algo que la CE prevé para antes de 2030.
Durante la jornada, el experto en seguridad en vehículos de la Comisión Europea (CE), Peter Broertjers, ha desgranado las propuestas de la CE -presentadas en Bruselas en mayo pasado dentro del denominado 'Tercer Paquete de Movilidad'-, para aumentar la seguridad en los vehículos mediante sistemas electrónicos avanzados obligatorios para todo tipo de vehículos de motor. "La velocidad es clave en la siniestralidad", ha afirmado Broertjers.
"Evitaría 25.000 muertes"
Según el ETSC, el ISA instalado en todos los vehículos reduciría el número de fallecimientos en un 20% y las colisiones en un 30%. "Estas ayudas electrónicas en los vehículos salvarían 25.000 vidas en el plazo de 15 años, entre 2022 y 2037", apunta Graziella Jost, investigadora del ETSC.
Los expertos asistentes se han mostrado de acuerdo: "La reducción de la velocidad es una de las medidas más efectivas contra los accidentes de tráfico", ha señalado Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE.
"El ISA es indispensable. La velocidad es el primer causante de accidentes en turismos", ha asegurado por su parte Oliver Carsten, profesor del Instituto de Estudios del Transporte del Reino Unido. Además Carsten ha hecho referencia al caso de los nuevos autobuses urbanos de Londres, que estarán equipados con este asistente de velocidad tras un exitoso periodo en pruebas con mejoras registradas en seguridad, velocidades medias en los recorridos y en los tiempos por trayecto.
Asimismo, durante la jornada se han debatido cuestiones importante de futuro en la implantación de los asistentes electrónicos tales como la necesidad informar adecuadamente a los usuarios sobre su uso y sus ventajas, las posibles implicaciones legales en la protección de datos personales con la monitorización de los vehículos o la armonización de las señales de tráfico para permitir su reconocimiento en todos los países.
Qué es:
El Asistente Inteligente de Velocidad -o ISA en sus siglas en inglés- es una tecnología de seguridad disponible en distintos modelos de turismos desde hace unos años.
Para qué sirve:
Ayuda al conductora mantenerse dentro de los límites legales de velocidad advirtíendole cuando lo sobrepasa.
Cómo funciona:
Utiliza un sistema de reconocimiento de señales con una video-cámara y un sistema de posicionamiento GPS conectado a una base de datos con las velocidades máximas de las vías. Cuando el conductor rebasa el límite legal emite señales acústicas y muestra la velocidad máxima en una pantalla. El sistema no es invasivo, no interviene en ningún momento y el conductor puede desactivarlo con solo tocar el acelerador.
Fuente: ETSC/Fundación MAPFRE