El eCall, en pruebas
- Se pone a punto el sistema que reducirá el 5% el número de muertos y en el 6% la gravedad de los heridos
16 enero 2014
Un total de 12 vehículos –turismos y furgonetas– están recorriendo las carreteras de las comunidades autónomas de Madrid, Valencia, Castilla y León y Galicia, generando llamadas automáticas y manuales (40 a la hora) al centro PSAP (punto de respuesta de seguridad pública) de recepción de llamadas de emergencia situado en la DGT, antes de llegar al 112. España se prepara así para la entrada en vigor de la nueva normativa el próximo 1 de octubre de 2015 por la que todos los turismos y furgonetas producidos en la Unión Europea deberán equipar un dispositivo eCall integrado y los países miembro dispondrán de redes de telefonía móvil y centros de recepción de llamadas de emergencia PSAP adaptados al sistema. Con ello se estima una reducción en torno al 5% del número de muertos por accidentes de carretera (unas 1.500 vidas en Europa), y la gravedad de los heridos, el 6%.
Funcionamiento
Cuando esté operativo, los sensores del eCall, de manera similar al accionamiento de los airbags, reconocerán que se ha producido un accidente y realizará una llamada automática al 112, al tiempo que envía un MSD (conjunto mínimo de datos) como posición del vehículo y sentido de la marcha, el tipo y modelo de vehículo, etc. La red de telefonía móvil dará prioridad a la llamada y la enviará al centro PSAP. El operador verá en su pantalla un mapa con la situación del accidente y podrá hablar con los ocupantes del vehículo para recabar más información sobre el accidente. Según Emilio Dávila, que desde 2002 ha estado a cargo de la iniciativa eCall en la Comisión Europea, “contar inmediatamente con los datos del vehículo y su posición exacta, incluso el número de heridos, facilitará el envío rápido de los servicios de urgencia necesarios”.
España es el único país de la UE que están ensayando la incorporación del eCall en las motos. Para ello, se están realizando pruebas con 10 motocicletas, tanto en el mecanismo de detección del accidente como en la transmisión de llamada. En el primero colaboran el CEIT (Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Guipúzcoa) y el fabricante de cascos NZI. El casco y la moto disponen de sensores, y si se superan unos umbrales de deceleración (no se confundirá con la simple caída del casco al suelo), se genera la llamada; para ello se trabaja en cuestiones, como la deformación del casco, e incluso se estudia la posibilidad de incorporar información sobre la gravedad del accidente.