¿Influyen los padres en sus hijos? ¿Y los niños en sus padres?
- Un 44% de los adultos responde al teléfono móvil mientras conduce y el 54% de los pequeños lo corrobora.
26 febrero 2016
Esta cita de Pitágoras, “Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres”, ilustra a la perfección la importancia de enseñar valores desde la infancia. La familia es el primer agente educador y socializador del menor. La tarea de sus tutores es imprescindible, en todos los ámbitos, también en el de la enseñanza de la seguridad vial. Primero al crear hábitos y actitudes. Segundo, actuando como motivadores, como modelos de comportamiento… Un comportamiento contradictorio, no acorde a lo aprendido por ejemplo en la escuela, conllevará una conducta muy difícil de modificar.
La tarea de educar
A pesar de esto, los padres no parecen ser muy conscientes de esta importancia. El Barómetro sobre Educación Vial en España de Fundación Mapfre revela que la mayor parte de los encuestados delega su responsabilidad como educador vial. Un 63% considera que esta tarea incumbe a las autoridades de tráfico, mientras que un 50% cree que corresponde al colegio. Los niños, en cambio, tienen otra idea al respecto: la mayoría afirma que aprenden de sus padres (un 67%) y del colegio (un 62%). Otro informe, recientemente publicado y titulado “Evaluación del estado actual de la educación vial”, del Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS), en colaboración con la DGT, sitúa a los padres (74%), madres (54%) y policía (47%) entre los principales educadores viales según los pequeños (ver infografía o pinchar en la imagen inferior).
Pequeños guerreros
La nota media que daría Francisco Alonso a los menores españoles en seguridad vial, según las conclusiones de su estudio, sería notable. Pero con algunas matizaciones. Obtendrían notable en conocimientos en materia de normativa, reconocimiento de las señales del tráfico y en cuanto a actitud favorable a la seguridad vial. La calificación baja hasta el aprobado si se refiere a percepción del riesgo o comportamiento. Por ejemplo, un 88% se abrocharía el cinturón aunque este no fuera obligatorio; en cambio un 91% considera que las normas y señales solo sirven para poner multas (ver infografía). Para Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de la Fundación MAPFRE, “la diferencia la marca la edad: cuanto más pequeños, mejor nota, son más conscientes y respetuosos que sus mayores”. Los padres, a pesar de su preocupación, “no terminan de redondear la faena, usando un símil taurino, y es que aún hay muchos niños que nos explican que tienen que corregir a sus padres por correr mucho o hablar por el teléfono móvil”.
Del dicho al hecho
Sin embargo, al examinar los resultados de otra investigación, elaborada por Ipsos para la Fundación VINCI Autoroutes, constatamos, como dice el refrán, que ‘del dicho al hecho, hay un buen trecho’.
Este estudio consta de dos partes: una encuesta a más de 1.000 padres y también a sus hijos de 8 a 16 años, y entrevistas a las familias por parte del profesor Daniel Marcelli, especialista en psiquiatría infanto-juvenil. Y, según sus conclusiones, aunque los progenitores cambian determinadas prácticas cuando su familia está a bordo del vehículo (el 68% suele circular más despacio y el 66% se enfada menos al volante), no conducen de la manera responsable que deberían y a los pequeños esto no se les escapa.
Por ejemplo, el 77% de los adultos reconoce superar el límite de velocidad y el 65% de los menores ha admitido que sus padres corrían demasiado. El 59% de los conductores reconoce que, a veces, olvida poner el intermitente al girar; un olvido del que se percata también el 59% de los niños. El 22% de los padres no comprueba sistemáticamente si sus hijos llevan el cinturón abrochado.
Respecto al uso del cinturón de seguridad, un 11% de los mayores afirma que no se lo pone a sus hijos en trayectos muy cortos y el 17% de los menores, entre los 8 y los 11 años, confiesa no ponérselo en recorridos cotidianos.
Además, un 44% de los adultos responde al teléfono móvil mientras conduce y el 54% de los pequeños lo corrobora. El 31% realiza llamadas al volante (el 44%, si se pregunta a los hijos) y el 29% envía o lee mensajes de texto (comportamiento observado por el 34% de los niños). La transmisión de buenos gestos comienza a una edad temprana.